Héctor Silvero
HÉCTOR SILVERO
Héctor Silvero había nacido el 23 de marzo de 1947 en Mercedes, provincia de Corrientes. Era técnico electrónico y estudiante de ingeniería electrónica en la UTN FRBA. Fue secuestrado el 29 de agosto de 1976 a los 29 años y continúa desaparecido.
Su vida fue truncada por el terrorismo de Estado, pero su memoria perdura como testimonio de una generación que luchó por la justicia y la libertad en nuestro país.
Memoria, Verdad y Justicia. Presente, ahora y siempre.
Datos Personales
Lugar: Mercedes, Corrientes
Edad al momento: 29 años
Fecha: 29/8/1976
Actividad
Estudiante de Ingeniería Electrónica UTN FRBA
Empleado en Adamas S.A.
Biografía
Origen y formación
Héctor Silvero había nacido el 23 de marzo de 1947 en Mercedes, provincia de Corrientes. Se trasladó a Buenos Aires para continuar sus estudios superiores, donde se formó como técnico electrónico y posteriormente ingresó a estudiar ingeniería electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Buenos Aires.
Vida laboral
Trabajaba como fogista en la sección Calderas de la empresa Adamas S.A., donde desarrollaba sus actividades profesionales mientras continuaba con sus estudios universitarios en ingeniería electrónica.
El secuestro del 29 de agosto de 1976
Declara la madre Teresa Silvero que a sus 29 años lo secuestraron en su domicilio en Baradero 336, Florida, Vicente López, provincia de Buenos Aires. 5 personas de civil que dijeron ser militares del Batallón de una amiga de él. Sus familiares habían salido de su domicilio y volvieron a las 20hs. Allí encontraron a 5 personas de civil adentro de la casa. Héctor no estaba, ellos les dijeron que estaban interrogándolo porque buscaban a una amiga de él. En el Habeas Corpus de la madre dice que su hijo no era militante.
Destino
Nunca apareció. Su desaparición forma parte de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar argentina.
Situación judicial
Testimonio Familiar
“En el Habeas Corpus de la madre dice que su hijo no era militante”
Las fuerzas represivas les dijeron a sus familiares que estaban interrogándolo porque buscaban a una amiga suya, pero Héctor nunca regresó a su hogar. Su caso ilustra la arbitrariedad y la violencia sistemática del terrorismo de Estado.