Comunicación y colaboración: las claves del Centro de Estudiantes para hacerle frente a la pandemia
Franco Licciardi, presidente del CEIT, habla sobre las estrategias que utilizaron para mantenerse conectados con los estudiantes y lograr avances en medio de la crisis sanitaria.
Franco Licciardi, presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería Tecnológica (CEIT) analizó sus cuatro años de gestión, que estuvo atravesada por los desafíos que planteó la pandemia para toda la comunidad universitaria.
¿Cuál fue el desafío más grande para tu gestión?
La pandemia. En 2019 comencé con esta gestión y tuvimos un buen año, recién arrancando la gestión. Pero en 2020 ni siquiera empezaron las clases.
Y hubo que repensar un poco todo. Porque, así como se repensaron las clases y cómo se hacía para darlas, nosotros, como Centro de Estudiantes, tuvimos que armar estrategias y pensar cómo se hacíamos para tratar de contener a los estudiantes, ayudarlos, guiarlos para que puedan estar al día con la carrera. Fue bastante complicado.
Tratamos también de darles acompañamiento a algunos chicos que quizás no tenían conectividad, compartirles datos, ver la posibilidad de articular con la Facultad para tratar de conseguir alguna computadora para prestar a algún chico que estuviera necesitado.
¿Cómo detectaron las dificultades que estaban teniendo los estudiantes? Porque no los veían a diario…
Tuvimos que empezar a hacer encuestas para medir esas cuestiones y saber cómo estaban viviendo los estudiantes la pandemia, si tenían conexión, si tenían clases. Todo fue obviamente por redes sociales, por mail. Y empezamos a usar otras herramientas como el Discord, que nos permitió tener otros canales de comunicación, con más llegada a los estudiantes, y saber qué era lo que pasaba en las aulas virtuales, si tenían clases o no. Muchos de los problemas tenían que ver con eso, con que no tenían clases.
¿Cómo se trabajó con los estudiantes que estaban próximos a recibirse?
Hasta mitad de año no hubo mesas de final, hasta que se pudo ver cómo articular eso. La primera mitad de año estuvimos abocados a resolver los problemas que obviamente surgieron porque la pandemia trastocó todo, la forma de dar clases, de evaluar, de trabajar en clase. Eso llevó algún tiempo de adaptación.
Una vez que eso estuvo encaminado, con Graduados hicimos un proyecto para que se pudiera presentar en el Consejo Directivo para que, por lo menos los que estuvieran a punto de recibirse pudieran dar sus últimos finales. Empezamos con eso. Y obviamente, después, con esto de las encuestas para saber cómo venían los estudiantes, les consultamos por los finales para hacer una propuesta sobre cuál sería una buena alternativa para tomar los finales, de qué manera podíamos hacer para que la Facultad empiece a abrir más las mesas de final.
Llegando a fin de año se empezó a conseguir eso, se empezaron a abrir más mesas de finales y para fin de año estaban casi todas las mesas abiertas. En 2021 volvimos con mesas totalmente virtuales, abiertas para todo el mundo, salvo algunas materias como inglés que quizás estaba más complicado.
¿Cómo se hizo en ese caso?
Se trabajó para tratar de que se abran más cupos para cursar con tutorías, para cursar la materia como tal. La pandemia hizo que sí o sí mucha gente tuviera que cursarla, entonces se abrieron tutorías para que pudieran hacerlo de la mejor manera.
¿A los ingresantes fue más complejo acompañarlos?
Con los chicos que recién se iniciaban fue bastante complicado. Pero lo bueno fue que el ingreso fue presencial, entonces habíamos establecido contacto con los chicos antes de que ingresen. Muchos ya nos conocían y teníamos muchos canales de comunicación como WhatsApp, Instagram, Facebook, las redes sociales.
Y empezamos a utilizar mucho el Discord, que es una aplicación que se utiliza mucho también para comunicarse. Tiene un funcionamiento que permite segmentar cada canal de comunicación, si es para consultas, si es para problemas, entonces podíamos organizarnos de una forma similar, como si fuese nuestra mesa en Campus, y recibir dudas como si fueran clases de consultas, o contactos por problemas que pudieran surgir.
El Discord nos sirvió para ordenarnos y tener una buena comunicación. Tratamos de darle mucha difusión a través de redes sociales y fue mucho el boca en boca, WhatsApp, redes sociales.
Los ingresantes, como no tenían la posibilidad de ir a la Facultad, acudían a redes sociales, a páginas de internet y nosotros tratábamos de difundir por esos canales lo máximo posible. Esa era nuestra manera de comunicarnos.
¿Y con respecto a las clases?
También empezamos a pensar cómo ayudarlos, porque obviamente fueron los que más problemas tuvieron. Y no era solo una cuestión de los estudiantes, también había que capacitar a los docentes que estaban dando clases. Entonces la adaptación fue muy difícil tanto para los docentes como para los ingresantes.
Como Centro de Estudiantes colaboramos para que quienes no hubieran tenido clases como correspondía o no hubieran podido acceder, brindarles el curso de verano para recuperar ese año que se les complicó.
Y para los ingresantes hicimos un curso de ingreso totalmente virtual, dado por nosotros, porque en ese momento había final en diciembre. Y el hecho de estar cada uno en su casa nos permitía darnos el tiempo para armar clases con chicos que eran ayudantes en el Seminario Universitario. Pudimos dar clases de apoyo a los ingresantes para que pudieran rendir.
Hicimos algo que fue, básicamente, un curso de ingreso que se grababa, se pasaba por youtube y quedaba para todos. Y está bueno porque quedó y se sigue utilizando hasta hoy.
¿Para los años avanzados pudieron hacer algo similar?
Con los de años avanzados cambiamos la modalidad, hacíamos llamadas de meet. Dábamos una clase de un tema específico y los interesados se conectaban, lo grabábamos y lo subíamos. Y, lo mismo que con los ingresantes, usábamos mucho el discord, teníamos secciones con consultas sobre álgebra, matemática, etc.
¿Qué otros avances se lograron durante tu gestión?
La pandemia nos comió bastante lo que podíamos hacer, pero en estos años logramos obtener un espacio para los estudiantes como es la carpa de Campus. Y nosotros colaboramos poniendo mesas de ping pong, hicimos una zona recreativa. Tenemos una carrera bastante complicada y quizás en ciertos momentos ayuda poder distenderse. Ese lugar se consiguió y sigue estando.
Otro de los logros fue crear un espacio en el drive con mucho contenido de las materias de diferentes especialidades, que es como una enciclopedia estudiantil en el drive. Hay mucho material que fueron agregando los estudiantes, es como una biblioteca colaborativa y creo que fue algo muy bueno porque lo podemos seguir utilizando.