Tijeretazo al futuro: “El impacto de los recortes a la ciencia lo vamos a sentir por muchos años”
La Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la UTNBA explica cómo afectan los recortes presupuestarios a la producción científica y el impacto que no se ve sobre la excelencia académica.
El recorte presupuestario a las Universidades está teniendo un impacto directo sobre la producción de ciencia y tecnología en las casas de estudio. El sector comenzaba a recuperarse de los estragos que provocó la pandemia y ahora sufren una nueva “paralización”, como consecuencia del desfinanciamiento feroz que impuso el Gobierno nacional al obligar a las universidades a funcionar con el mismo Presupuesto que en 2023.
La Lic. Patricia Cibeira, Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SeCTIP), aseguró que “estamos en una situación muy delicada dado que el presupuesto 2023 no nos permite siquiera sostener las actividades que se venían realizando”.
La Secretaria explicó que, además, de los fondos que las Universidades destinan a investigación, el gobierno nacional paralizó la ejecución de proyectos con financiamiento ya asignado, y se desconoce la política que definirá para el resto de los instrumentos del Sistema Nacional de Ciencia y Técnica.
“Por un lado tenemos la falta de actualización de los fondos que salen del presupuesto de la universidad y, por otro lado, la inacción del gobierno nacional paralizando organismos claves, como la Agencia I+D+I, el FONTCYT, el FONARSEC o la ejecución de proyectos aprobados derivados de convocatorias realizadas con recursos ya asignados”, detalló.
La Secretaria recordó, como ejemplo, que la UTN consiguió el año pasado que se financiara una convocatoria de proyectos científicos y tecnológicos orientados -PICTO UTN- que se realizó durante el segundo semestre del 2023. La Facultad presentó tres proyectos y formó parte de otros dos, todos ellos pasaron la primera etapa de admisión, y “si bien esa convocatoria tenía financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no se avanzó. Al día de hoy está todo parado, no se pasó a la siguiente instancia, que era la evaluación final y la adjudicación de los subsidios”.
“Presentarse en una convocatoria no se limita al esfuerzo de elaboración de un proyecto, sino que, fundamentalmente, requiere de años de inversión previa y sostenida en la formación de investigadores, de becarios, de creación y actualización de laboratorios, es decir, de mantener una política estratégica de desarrollo de la investigación en el tiempo”, explicó la Lic. Cibeira.
La Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva destacó, además, que el área viene de sufrir un impacto muy fuerte derivado de la pandemia: “Veníamos recuperándonos del impacto negativo que tuvo la parálisis de la pandemia en la producción de los proyectos, en la cantidad de PID y becarios, en la publicación de papers y presentaciones en congresos. Cuando parás la actividad o desfinanciás la inversión en Ciencia y Tecnología estás impactando sobre un equipo de investigación, estás resintiendo los procesos de formación de recursos humanos, de nuestros estudiantes de grado y posgrado, de los doctorandos y la consecuencia puede ser devastadora”.
La UTN Buenos Aires tiene, desde hace más de 10 años, la promoción de la investigación como una política estratégica de desarrollo. Eso permitió un crecimiento sostenido de las actividades que se puede observar, entre otros indicadores, en la cantidad de proyectos de investigación, en la cantidad de investigadores activos y en el crecimiento de docentes, estudiantes y graduados en la carrera de investigador docente de la UTN.
“Históricamente, el perfil de nuestros graduados era el del profesional que se inserta en el mundo productivo. Sin embargo, el impulso a las actividades de investigación que se viene dando en la UTNBA desde hace más de 15 años, permitió ofrecer a esos graduados otra proyección, que es la carrera del investigador docente. Los recortes al presupuesto universitario y al sistema nacional de Ciencia yTécnica por supuesto que resiente ese proceso”.
En ese sentido, no sólo es preocupante la falta de actualización del presupuesto universitario, sino también el retraso en la recomposición salarial de los investigadores y becarios.
La situación de los becarios de investigación en las Universidades es mucho más grave, dado que el estipendio actual es el mismo que en diciembre de 2023, con una inflación acumulada del 66% en ese mismo período.
“Hoy una beca doctoral UTN tiene un estipendio mensual de 494.000 pesos y se complementa con el salario de un cargo docente de dedicación simple. En el caso de un cargo inicial de ATP 1º, el salario neto es de $ 107.000. Entonces, un graduado que está haciendo un doctorado y que no puede tener otra actividad porque la beca es full time, percibe aproximadamente 600.000 pesos”, sostuvo la Secretaria.
Además, según explicó la Lic. Cibeira, el recurso básico para sostener la actividad de investigación son las dedicaciones exclusivas, pero ante la falta de ellas o si no sos investigador CONICET, “la carrera de investigador se torna difícil de sostener, porque la actividad termina sin ser remunerada, lo cual lleva a que tengamos una cantidad importante de docentes investigadores que sólo reciben su salario por la actividad docente. En este contexto, es muy difícil formar y retener recursos humanos”.
Lo mismo se puede decir sobre el estipendio de las becas de investigación para estudiantes de grado, cuyo monto mensual apenas alcanza a cubrir los gastos de movilidad.
Detrás de los números
En la UTNBA hay 800 personas haciendo investigación, integrantes de los 97 proyectos activos que tiene la Facultad, a los que se suman 170 estudiantes con becas de investigación y 53 becarios graduados.
Fuente: Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la UTNBA
El número de personas que hacen ciencia en la Facultad registró, desde el año 2010, un crecimiento del 160%. Pero ese crecimiento, que se venía sosteniendo año a año, se resintió como consecuencia de la pandemia; la tendencia se revirtió a partir del año 2022, donde se empezó a ver de lleno el impacto que generó la virtual paralización de actividades durante casi dos años.
“En 2020 teníamos 122 proyectos de investigación y en 2021 alcanzamos 128, de los cuales un 25% estaban en un período de prórroga extraordinaria que se otorgó para cubrir la inacción generada por la pandemia. Pero en el 2022 tuvimos 95 proyectos activos, y es en esa cifra donde pueden verse las consecuencias que tienen sobre la actividad científica las decisiones que se toman. Esto es un ejemplo que nos puede ayudar a pensar que el impacto de paralizar la actividad de investigación se siente durante muchos años, y revertirlo llevará mucho tiempo más”, explicó Cibeira.
Las interrupciones en los procesos de investigación, ya sea por la pandemia o, como ocurre este año, por falta de financiamiento, no sólo impactan en el número de proyectos activos, también se reduce la cantidad de publicaciones, de presentaciones en congresos, la transferencia al medio, etc.
“Las presentaciones en la convocatoria a Viajes y Eventos también sufrieron una baja. En 2019 se otorgaron 126 subsidios y en 2024 todavía no alcanzamos a recuperar ese número”.
Fuente: Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la UTNBA
La Convocatoria viajes y eventos científico tecnológicos es una herramienta diseñada por la UTNBA y financiada sólo con fondos de producidos propios, que permite a los investigadores concursar por subsidios que financian la presentación de trabajos en congresos nacionales e internacionales y realizar eventos de difusión, derivados de la producción de los proyectos de investigación.
La Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la UTNBA consideró, además, que desfinanciar las actividades de investigación es, también, perder de vista la importancia de la función dentro de las universidades: “el desarrollo de la investigación retroalimenta la formación de grado y la formación de posgrado. Si queremos sostener una formación de calidad, que es lo que venimos haciendo desde la UTNBA, tenemos que ser conscientes del impacto que tendrá el recorte en CyT. Sin investigación no hay desarrollo ni innovación”.
Cuentas claras
A partir del conflicto por el recorte presupuestario, funcionarios nacionales amenazaron con auditar las cuentas de las Universidades. La maniobra se desactivó rápidamente porque la Auditoría General de la Nación aclaró que ese es el organismo encargado de controlar el destino de los fondos.
Pero además de las auditorías de la AGN que se hacen sobre la Universidad, el dinero que reciben las Universidades para CyT atraviesa procesos de rendición de cuentas permanentemente.
“Los fondos asignados a los proyectos de investigación se ejecutan de acuerdo a las normas de la Administración Pública Nacional. Por lo tanto, los procesos de compra se realizan mediante licitaciones o contrataciones, según lo establece la normativa vigente”, explicó Cibeira.
Además, una vez que el proyecto de investigación termina, es obligatorio normativamente presentar su correspondiente informe final, “en donde se rinden cuentas de lo que se hizo en función de lo programado, de los fondos asignados y de su ejecución, de las publicaciones realizadas y de los recursos formados durante el desarrollo del proyecto”.
Por otra parte, las diferentes convocatorias realizadas en el Sistema Nacional de CyT o convocatorias internacionales tienen sus propios manuales de ejecución y rendición de gastos a los cuales, tanto los equipos de investigación como las estructuras administrativas, deben ajustarse para poder ejecutar los fondos recibidos.
“Tomar la decisión de no ajustar el presupuesto universitario para ciencia y técnica o paralizar el Sistema Nacional de CyT bajo el argumento de la falta de auditorías es, en el mejor de los casos, no conocer el sistema y no darle importancia a una actividad cuya prioridad ni siquiera deberíamos estar explicando”, consideró Cibeira.