Docente de la UTN Buenos Aires, Doctor con los más altos honores

El MSc. Ing. Franco Martín Pessana recibió el título de Doctor en la Universidad de Buenos Aires, Área Ingeniería, luego de que el jurado calificara su tesis “Ingeniería Cardiovascular: Efecto de la Interacción Pared-Flujo sobre las Propiedades Mecánicas de las Arterias” con 10 (Sobresaliente) y con Mención Honorífica Summa Cum Laude.

Publicada el 23 de septiembre de 2013. Categorías: Investigación, Orgullo UTNBA, Todas las noticias.

El 31 de julio, el MSc. Ing. Franco Martín Pessana recibió el título de Doctor en la Universidad de Buenos Aires, Área Ingeniería, luego de que el jurado calificara su tesis “Ingeniería Cardiovascular: Efecto de la Interacción Pared-Flujo sobre las Propiedades Mecánicas de las Arterias” con 10 (Sobresaliente) y con Mención Honorífica Summa Cum Laude (con los más altos honores). “Cuando me di cuenta de lo que eso significaba me sorprendí muchísimo; pero a la vez me sentí muy reconfortado. En mi tesis presenté los resultados de un gran número de papers, fue un trabajo arduo de investigación que me llevó poco más de cinco años”, comentó el Dr. Pessana, quien se desempeña como Profesor Adjunto en las cátedras de Teoría de Circuitos I y Análisis de Señales y Sistemas de la carrera de Ingeniería Electrónica de la UTN Buenos Aires. Además es el Coordinador General de los Programas de Investigación, Desarrollo e Innovación de la UTN.

Bajo la dirección del Dr. Ing. Ricardo Armentano Feijoó, Franco Pessana realizó su tesis, la cual presentó alrededor de 40 publicaciones, tanto en revistas arbitradas internacionales como en congresos internacionales arbitrados. Sobre el porqué de la temática el flamante Doctor, resumió: “luego de egresar como ingeniero en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata, me interesé por la electrónica aplicada a la medicina. Me motivó el poder aplicar todos los procedimientos matemáticos, físicos y electrónicos que aprendí en nuestro cuerpo, que no deja de ser una máquina cuyo comportamiento es similar a un conjunto integrado de sistemas de control. Entonces, me dediqué a lo que es procesamiento de señales e imágenes en medicina, y así fui formando mi expertirse como investigador”, siendo actualmente investigador Categoría I del Ministerio de Educación y Categoría A de la UTN.

El Dr. Franco Pessana realiza una introducción sobre el sistema cardiovascular para adentrarse luego en su investigación: “sabemos que nuestro corazón es una bomba que ejerce presiones para que la sangre llegue a todos los tejidos y se produzca el intercambio energético. Pero esa es una función secundaria. La función principal del corazón es que, en cualquier parte de nuestro cuerpo, circule en promedio un flujo de cinco litros de sangre por minuto. Para poder lograrlo, el corazón necesita de la ayuda de los conductos de circulación. Y la función más importante de nuestras arterias y venas no es la de trasportar la sangre a los tejidos como meros conductos; sino la de mantener el rango dinámico de la circulación. Es decir, nuestra frecuencia de corte del sistema circulatorio, algo muy conocido por los electrónicos como función de filtrado. La onda de presión que ejerce el corazón es muy rica en altas frecuencias. Las grandes y medianas arterias de nuestra circulación eliminan esas altas frecuencias (mediante un intercambio y gasto energético de las fibras elásticas de elastina y colágeno, y del músculo liso respectivamente); porque a nivel capilar la sangre, llevando los nutrientes y el oxígeno a nuestros tejidos, tiene que llegar a una presión y flujo constante. Sin embargo, como cualquier parte de nuestro cuerpo, esas arterias, y el retorno venoso, están sometidas a un proceso de envejecimiento natural, ayudado por enfermedades y genética. Es muy importante conocer la génesis y tratar de inmediato un mal funcionamiento de las mismas”.

Pessana revela que uno de los objetivos esenciales de su tesis “fue caracterizar la pared arterial como material viscoelástico, mediante modelos matemáticos, físicos y electrónicos que, a partir de medición de señales no invasivas en pacientes de presión, diámetro y flujo, pudieran establecer sus propiedades mecánicas. Asimismo, busqué determinar qué relación hay con la sangre, ya que se trata de dos entidades diferentes: una es la pared y la otra lo que va por dentro de ella. Para establecer esa relación, el sensor de esfuerzo de corte por excelencia en nuestras arterias es el endotelio, una fina capa de mono células que hay en la túnica íntima, la más interna, de nuestras arterias”.

El autor de la tesis comentó que como toda investigación fue preciso establecer, en primer lugar, un modelo físico matemático que trate de explicar el funcionamiento del sistema cardiovascular. Luego, validar ese modelo en una preparación in–vitro. Una vez validados todos esos procedimientos que se diseñaron, aplicar los mismos en protocolos animales y finalmente, en estudios clínicos humanos.

Entre la UTN Buenos Aires y la Fundación Favaloro, existe un Convenio Marco y un Convenio Específico de Cooperación. Por ello, el Doctor cuenta que en la Fundación se realizó la experimentación en animales y el protocolo de estudio clínico en pacientes.

Mucho de lo que trabajé en la tesis –relata- justamente la relación entre la pared y el flujo, se aplica a diario hace algunos años en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, en lo que se llama el estudio de vasomotricidad arterial que estudia las variaciones de diámetro en arterias superficiales y en cómo se modifican sus propiedades mecánicas ante situaciones extremas de flujo. Este estudio, junto con el de función arterial, ayudan a que el médico pueda emitir posteriormente un diagnóstico. Por ejemplo, la hipertensión es una enfermedad multifactorial. Hay más de 200 factores de riesgo que lleva a una persona a ser hipertensa. La hipertensión es la principal causa de mortalidad a nivel mundial y es totalmente asintomática. Cuando se manifiesta en un órgano ya es tarde, se puede mantener pero no revertir. En uno de los capítulos de mi tesis describo una técnica de prognosis, es decir, de diagnostico precoz. Con un modelo de regresión logística se intenta predecir mediante marcadores precoces si un paciente, en un plazo de cinco a diez años, podrá desarrollar una enfermedad cardiovascular (hipertensión, infarto o isquemia). La tesis no solo intenta desentrañar los misterios de nuestro cuerpo y la génesis de las enfermedades, si no a prevenir dichas enfermedades mucho antes de su manifestación y difícil tratamiento o reversión. Actualmente, la medicina mundial está apuntando a eso”- finaliza el Dr. Franco Pessana.

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