Discurso de la graduada destacada, Patricia Seguel

Fue emitido el miércoles 20 de noviembre en la última colación de grado, realizada en el Aula Magna de UTN BA

Publicada el 25 de noviembre de 2024. Categorías: Todas las noticias.

Buenas tardes a todos, Señor Decano, Autoridades, Docentes, Nodocentes, Egresados Orgullosamente Tecnológicos, Familias, Amigos:

Es un honor para mí, estar en este día tan especial para los Nuevos Ingenieros en esta bella aula magna de mi querida UTN, de pie exactamente en las mismas coordenadas donde hace 38 años aquí recibía feliz mi diploma de Analista Universitaria de Sistemas.

En 1981 completé el bachiller y en febrero de 1982 realicé el curso de ingreso en esta sede. En marzo vine a la facu, y me busqué entre las planillas pegadas en las paredes de la sala de ingreso y al encontrar mi nombre la emoción fue enorme (no existía internet para saber si había aprobado, ni celular para avisarle a mi familia de Paso del Rey, sólo había teléfonos que funcionaban con cospel…). La carrera de Ingeniería en Sistemas no existía por aquel entonces, y la carrera de Analista era muy reciente. Así entonces a fines de marzo / principios de abril comenzaría mi recorrido universitario en esta hermosa facu, en esta misma sede.

A poco de iniciarse el año lectivo, en abril de ese año 1982, entre los intervalos de las clases, compartiríamos con incertidumbre entre los alumnos las noticias del llamado para ir a la guerra de Malvinas a amigos nuestros recién egresados de la secundaria o amigos uno o dos años más grandes. Ese año transcurrió con mucha tristeza en nuestro país, y las aulas de la facu permitían que nuestra mente pusiera foco en análisis matemático y programación, entre otras materias, y que nos olvidáramos del horror por unos instantes.

1983 transcurriría con esperanza, en los intervalos ingresarían estudiantes de distintas franjas políticas a hablarnos de la recuperación de la democracia, fue el año de nuestro primer voto y antes de terminar 1983 la Democracia había sido recuperada!!! Para nuestra visión de jóvenes veinteañeros, conoceríamos la libertad de expresión y se volverían a escuchar las bellas canciones de autores nacionales y podríamos escuchar en vivo el rock nacional de aquella época.

¡Los siguientes dos años de la carrera, transcurrirían con mucha rapidez, y en el último año 1985, veríamos concretado uno de los mayores logros, obtener los resultados de un programa que cada uno de los estudiantes había desarrollado en el Centro de Cómputos en la esquina de la calle Tucumán utilizando las tarjetas perforadas! (para darles contexto a los jóvenes egresados de hoy, hasta ese momento las computadoras eran gigantes (Mainframe) y sólo eran utilizadas por grandes universidades y empresas, no existía ni la computadora personal, ni la Tablet, ni la notebook, ni la Play Station 5, ni el celular…). No sé si ustedes pueden imaginárselo, pero si se equivocaban en un código binario, había que volver a rehacer las tarjetas y procesarlas nuevamente en el Centro de Cómputos.

En febrero de 1986 con 22 años me recibí, y gané una beca de trabajo acá en Argentina para trabajar en una Big Blue donde tendría el primer contacto con una computadora personal y como trabajo asignado tenía que aprender a utilizar y explicarle a mi gerente cuales eran las funcionalidades de dos aplicativos recién llegados a nuestro país previo a su comercialización (se trataba de la famosa planilla de cálculo Lotus y la base de datos Dbase III para computadoras personales). A partir de ese momento, las empresas empezaron a adquirir PC para algunas funciones determinadas, no había aún una computadora personal por escritorio de oficina como hoy, menos aún en una casa.

Luego de terminada la beca, continué trabajando en una empresa multinacional alemana, especializándome en ese mundo de las PC, es más, los analistas/programadores de la rama de Computadoras grandes se referían a nosotros como “los chicos de la PC”.

En 1992 tuve la oportunidad de ganar una beca de Presidencia de la Nación para una especialización en computadoras personales durante 6 meses en Japón gracias a la sólida formación académica que obtuve en esta Universidad. Esa beca fue una maravillosa experiencia profesional y de vida, en un país donde ya en ese entonces se hablaba de realidad virtual, robots y había oficinas inteligentes.

Desde hace 38 años he trabajado ininterrumpidamente (excepto para la licencia por maternidad ante el nacimiento de mi hija), y desde hace 30 años trabajo en una empresa americana, donde tuve la fortuna de participar de proyectos de envergadura y acumulo en mi mochila profesional muchas experiencias especiales que nunca olvidaré:

– por ejemplo, recuerdo haberle enseñado a un señor grande que era usuario de un sistema a cargo mío, a utilizar el mouse o ratón, pasar del teclado al mouse requería de una motricidad fina y era un desafío para algunas personas en aquella época, para muchos de ustedes que son nativos digitales, tal vez no puedan imaginárselo …Les aseguro que fue un logro ver el resultado final.

– las minutas de reunión se escribían en formularios preimpresos y circulaban en un sobre a través de las distintas oficinas, completar el circuito de firmas podía llevar un mes! Hoy esa minuta se distribuye a todos los participantes de la reunión en el mismo tiempo a partir de un click al enviarla por mail.

-participé activamente como muchos de mis colegas para atravesar satisfactoria y tecnológicamente el año 2000. Ante el temor de lo que podía ocurrir con los programas que contenían escrito en su interior (o hard code) las fechas con 1900, se pensaba que podían “explotar” y traer consecuencias no deseadas al pasar al año 2000 debido el cambio de siglo. El proyecto Año 2000, consistió en comenzar años previos a analizar y modificar programas y armar un plan de pruebas con distintos escenarios para poder atravesar el cambio de siglo exitosamente.

Estas son algunas de las experiencias inolvidables, que están en mi mochila de aprendizaje, a casi 4 décadas de estar trabajando en esta profesión, siempre consiguiendo mejores resultados en equipo, con respeto y aprendiendo a escuchar las opiniones de otros colegas.

Tengo la certeza que ustedes también se irán enriqueciendo de experiencias a lo largo de sus vidas profesionales. Ustedes han elegido carreras que son presente y futuro a la vez. Hoy ya no sólo hay internet, existe la nube, la Inteligencia Artificial, el ChatGPT, hoy hay autos eléctricos, energías renovables, la ciencia y la medicina que avanzan gracias al apoyo de la Ingeniería, se habla de la seguridad informática, la Ciberseguridad, los hackers, son todos conceptos que antes no existían, imagínense todo lo que está por venir y ustedes serán participes activos y responsables de ese nuevo mundo.

Esta Casa de estudios les ha brindado conocimientos, valores éticos y profesionales y la oportunidad a cada uno de haberse ido descubriendo a lo largo de la carrera, conocer sus fortalezas, ir viendo que podían lograr el objetivo. UTN es un semillero tecnológico, ya que muchas empresas identifican el potencial y conocimiento que ustedes adquieren aquí y a muchos los vienen a buscar para trabajar inclusive antes de completar sus carreras. Cuentan además con un maravilloso Campus.

Les tocó aprender la resiliencia cuando en marzo 2020 se decretó la pandemia y tuvieron que adaptarse a una nueva forma de aprender, de estudiar, de trabajar en equipo, de rendir y de sociabilizar con sus pares, abrazaron la virtualidad y descubrieron que aún en el medio de tanta incertidumbre podían reinventarse y avanzar. ¡No hay límites Sinceramente los felicito! Continúen aprendiendo y actualizándose, aunque a veces requiera un mayor esfuerzo, eso los posicionará mejor ante la vida, para debatir, para compartir ideas, no teman plantear una alternativa, recuerden también que el crecimiento no necesariamente es hacia arriba, pueden tener crecimientos laterales donde estén trabajando y es otra forma de crecer.  Si algún día tienen la responsabilidad de tener gente a cargo, sean líderes, no jefes, y recuerden siempre que detrás de cada recurso humano hay un mundo personal y familiar.

Mi padre pudo completar su escuela primeria y mi madre la secundaria, eran otros tiempos, y gracias al esfuerzo, cuidado y apoyo de ambos, mi hermano previamente también egresado de la UTN como Ingeniero Mecánico, y yo como Analista Universitaria formamos parte de la primera generación orgullosamente tecnológicos de nuestra familia. Ahora también tenemos la segunda generación UTNiana con mi hija quien recibió su diploma de Ingeniera en Sistemas hace dos semanas. Es muy grato observar la evolución de las generaciones…

¡Celebren entonces este momento tan importante con sus familias y seres queridos que seguramente están muy felices con sus logros!

Mi corazón UTNiano les desea muchas enriquecedoras experiencias en esta nueva etapa. Esta universidad los iluminará y estoy segura los guiará con su luz en este camino que se inicia.

Muchas gracias a todos por escucharme. Muchas gracias UTN.  ¡Universidad Pública!

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