Discurso del graduado destacado, Ing. Ángel Cano
Fue pronunciado el miércoles 30 de agosto durante el homenaje a los diez años de graduación.
“Antes que nada buenas tardes a todos. Quiero agradecer muy especialmente a nuestro decano, ingeniero Guillermo Oliveto, a cada uno de los directores presentes, al cuerpo docente, no docente y a cada uno de los graduados y sus familias que hoy celebran los primeros 10 años de graduados de nuestra querida UTN Facultad Regional Buenos Aires.
En primer término también quiero agradecer la posibilidad que me han brindado para poder estar en este momento frente a ustedes. En particular le quiero agradecer al ingeniero Manuel Flores, quien con gran generosidad me invitó a ser parte de esta celebración. Y en definitiva hoy estamos celebrando y compartimos sus 10 primeros años como graduados de esta universidad y seguramente cada uno de ustedes trae un sinnúmero de experiencias vividas y también un proyecto de planes para alcanzar en el desarrollo de su profesión, lo que se hicieron hasta ahora y todo lo que va a venir posteriormente. Y acá quiero hacer mención a una frase, qué bueno es poder celebrarlo y compartirlo en casa. Y esta no es una frase retórica, es una realidad tener presente que no hay mejor lugar para estudiar, para analizar, para proyectar que hacerlo dentro de nuestra propia casa. Y también es un momento donde es necesario volver a agradecer a sus familias, a sus afectos y a todos los que fueron parte activa y fundamental para que ustedes hoy estén en este lugar celebrando sus 10 años como graduados.
Y acá, si me permiten, quisiera también compartirles lo que significa para mí nuestra querida UTN. Y si me remonto un poco a mi época de estudiante, siempre estuve urgido por el trabajo, lo que muchas veces determinó que el avance en mi carrera fuese lento y quizás en los momentos de dudas, de incertidumbre, de desánimo, tuve la inmensa ayuda de tener una compañera maravillosa, unos hijos comprensivos y atentos y también a la Facultad Regional Buenos Aires que siempre me abrió las puertas y sobre todo todos me alentaron a no bajar los brazos y a luchar por el deseo más grande que yo tenía que era poder ser ingeniero.
Y mi destino laboral transitó entre empresas constructoras, inspecciones de obras, asesoramientos en proyectos y en determinado momento también estar a cargo en empresas multinacionales de áreas comerciales y ahí me di cuenta que volvía a necesitar de la UTN y en particular de la Facultad Regional Buenos Aires, ¿por qué? Porque tenía que completar mis conocimientos y es por eso que hasta ingresé a la escuela de posgrados e hice mi especialización en ingeniería gerencial. Y como cada uno de ustedes seguramente, siempre tuve el deseo y la convicción de ser ingeniero y una vez más comprobé que esta casa siempre me recibía con los brazos abiertos a través de todos los docentes y también de las autoridades.
Y ahora quiero también compartirles muy brevemente el deseo que me surgió, que seguramente no seré el primero en decirlo, pero pude comprobar lo importante que fue para mí. Sentí la fuerte necesidad de ser parte activa en la vida de nuestra UTN y es por eso que desde el 2004 pude participar como consejero académico de graduados alternando algunas veces en el consejo directivo, a veces en el consejo departamental y también colaborar con alguna cátedra del área de civil para poder, sinceramente, poder devolverle a nuestra facultad en parte algo de lo mucho que nos brindó. Y hoy mi deseo es transmitirles a ustedes esto que estoy viviendo con una gran pasión y con un gran orgullo, intentar el contagio en cada uno de ustedes sabiendo que este sentimiento seguramente es lo que sienten.
Y en definitiva, sean conscientes que las puertas de Medrano son amplias y siempre están abiertas para volver a cobijarnos. Es por esto que los invito a poder seguir celebrando todos los años juntos cada año de su graduación y sumarse con sus experiencias a este gran proyecto que nos ofrece hoy la Universidad de Medrano y en particular la Facultad Regional Buenos Aires, en cada una de sus áreas de proyectos y ustedes, cada uno de ustedes van a ser los que elijan dónde y en qué lugar se sienten más cómodos para volver. Y en definitiva, y ya para terminar, vuelvo a mi primera frase, qué bueno es poder celebrarlo y compartirlo acá en casa. Simplemente felicitaciones a cada uno y gracias por haberme permitido ser parte de su festejo. Muchas gracias.”