Discurso del graduado destacado, Ing. Omar Larrosa

Fue pronunciado durante la colación de grado del martes 10 de septiembre, en el Aula Magna de la UTN BA.

Publicada el 11 de septiembre de 2024. Categorías: Todas las noticias.

Hola, buenas tardes.

Gracias Alejandro por la presentación, la verdad es que me ha puesto muy feliz las palabras que has elegido para presentarme. Muchas gracias de verdad.

He pensado mucho acerca de qué tenia que decirles hoy a ustedes, que cosas poder contarles sin sonar ni narcisista, ni pedante ni agrandado.

Así que me propuse hablarles de la alegría.

De la alegría, si. De un sentimiento que ustedes hoy seguramente tienen, porque se están recibiendo.  Y quizás ese sea nuestro mejor “protocolo de conexión” en el día de hoy.

La primera alegría de la cual les puedo hablar es de que, desde que me recibí, nunca dejé de dedicarme a mi profesión.

Y eso en verdad no solamente tiene que ver conmigo, sino con la calidad de nuestro título. De la capacidad de hacer y transformar que nos da esta facultad.

Pensé mucho en como hablarles hoy, porque es muy importante para mi contarles cosas hermosas que me han pasado en mi vida profesional,

Y si encima lo que hacemos nos gusta, y lo hacemos con pasión con intención, con ganas de hacer cosas nuevas, con alegría… tenemos todas las oportunidades de generar impacto, y aunque sea un poquito… transformar el mundo.

La segunda alegría de la que les quiero hablar, es esa de no tener tiempo para aburrirme.

Soy de una generación que tuvo que aprender a usar telefonía celular, correo electrónico, tomar un curso de navegación por internet (tengo el certificado, porque lo vendía Microsoft), la primera red social, el mouse, las pantallas touch…  Mi primer trabajo fue de programador Cobol.  Lo que se dice, todo un ingeniero vintage.

Algunos pueden pensar que fuimos las ratas de laboratorio de la transformación digital, pero la verdad que, a los que nos tocó vivir todo eso, nos sirvió para entender en qué era mejor usar una tecnología que otra. Para qué usar tecnología y para qué no.  Aprendimos el concepto de tecnología aplicada. Hicimos muchas cosas por primera vez.

Y en cierta forma, Nos dio una base fuerte para entender cómo cambiar la forma en que se hacían las cosas.

Y no les voy a decir nada que ya no hayan visto por Tiktok, pero el cambio se acelera cada vez mas, o sea, todas las generaciones tienen el cambio ya incorporado y lo que para una generación era un sueño, la siguiente ya lo incorporaba como realidad.

Hablando de ser vintage… me pongo de ejemplo… Mi proyecto final en esta universidad, se llamó Autopistas inteligentes.

Imagínense… Todos los autos intercomunicados compartiendo información específica, sensores detectar el flujo del tránsito, carteles con mensajes para los conductores, decisiones de desviar el tránsito o cerrar accesos…

Y ahora presten atención… Yo acabo de decir esto, y seguramente muchos de ustedes trataron de integrar las tecnologías con la que se podrían hacer estas cosas hoy.

Pero cuando yo armé el proyecto, año 2000, muchas de ellas no existían… pero existían las ganas de transformar el mundo. Y pensar que podés transformar el mundo es muy divertido… (bueno… al menos si sos ingeniero…).

La tercera alegría de la que les quería hablar es esa que nace cuando encontrás la pasión en lo que haces.

Yo he tenido la suerte de poder encontrarla esa pasión.

Hace 18 años que me dedico a la transformación digital en la salud.

Y no hablo solo de renovación tecnológica y de sistemas, hablo de médicos que pueden trabajar mejor, de emergencias que se atienden en menor tiempo, de médicos que pueden aprender con los mejores especialistas desde cualquier parte del mundo, de pacientes que reciben mejor atención, de garantizar la disponibilidad de atención para los dolientes y enfermos, de colaborar en que se puedan brindar diagnósticos precisos…

Y no les hablo de tecnología. Ni les hablo de la tarea de ingeniero que específicamente yo realicé.

Porque la pasión se despierta cuando sabes para qué estas haciendo lo que estás haciendo.

Cuando tenes la certeza que generas impacto.

Cuando sabés que le hiciste la vida mejor a otra persona.

Cuando te pusiste al servicio de un propósito. 

  • La mejor foto que saqué en un proyecto, fue en una mesa en un hospital que habíamos digitalizado, donde habían quedado olvidadas la tijera, la abrochadora y la Boligoma.
  • Quizás parece una tontería, pero eso significa que ya no mas pacientes con enfermedades complejas de un lado para el otro con la bolsa de sus estudios anteriores… y que no se te pierda un estudio porque no hay nada contra qué comparar si estas mejor o peor…
  • La frase más hermosa que le escuche decir a un médico cuando empezaba a usar el sistema que estábamos implementando fue: “estamos trabajando mejor”.

Eso es transformación digital.

De eso hablo cuando les hablo de transformar al mundo.

La cuarta alegría de la que quería hablarle es de la sorpresa.

Me quedé sin trabajo el año pasado, tuve que empezar de nuevo.

Hacer el CV, entrevistas, todo.  Y encima, vintage.

Conseguí trabajo afuera. Y de repente me estaba por ir… solo… lleno de miedos… a ver… no es como para ustedes que sería un planazo… yo estaba que no sabía qué sentir…

Y un colega me dijo “No sabes la alegría que me da que valoren tanto los perfiles argentinos en el exterior, que se los quieran llevar”.

Y esa sí que es una sorpresa: Darte cuenta de lo que podés significar para otro.

Ahora que estoy lejos de Argentina la mayor parte del tiempo, empecé a colaborar con una ONG que vincula profesionales experimentados con emprendedores jóvenes para ayudarlos con los primeros pasos de su proyecto.

Ahí la conocí a Alma. Alma es la primera emprendedora que estoy asesorando. Alma y su pareja están iniciando un consultorio de ginecología oncológica para comunidad LGBTQ+.

¿Por qué es tan importante esto? Porque la ginecología que no contempla diversidad a veces espanta o genera rechazo, y cuando tienen un problema no se detecta en una etapa temprana.

Después de mi primera sesión de trabajo con Alma, la llame a Laura, mi pareja, y le conté. Y ella me dijo sin vacilar:

“Chabón, ahora no te das cuenta, pero quizás terminas salvándole la vida a miles de personas”.

Y esa sí que es una sorpresa: Darte cuenta de lo que podés significar para otro.

Y la quinta y última alegría de la que quería hablar es la de ustedes.

La de hoy.

Hoy ustedes no saben hasta donde van a llegar con esto.

Pero sin dudas lo que ustedes acaban de lograr, vale un montón.

Pero no por el valor hora, vale la calidad de lo que lograron.

Esa marca UTN que nos hace capaces de (aunque sea un poquito) transformar el mundo.

Porque cuando las personas adoptan una tecnología en pos de un propósito, transformamos el mundo.

Y ese es mi deseo para ustedes.

Que puedan transformar el mundo. Aunque sea un poquito.

Vuelvan a la facultad cuando tengan desafíos nuevos. Es una casa de estudios. Es nuestra casa de estudios. Y uno siempre puede volver a su casa.

Y le doy gracias a sus familias, porque los acompañaron en todo este esfuerzo y seguramente los seguirán acompañando.

A todos ustedes les deseo Alegría. Ojalá.

Muchas gracias por escucharme.

 

 

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