Docentes de UTN Buenos Aires enseñan Programación con técnicas de Origami
El origami es un arte que consiste en el plegado de papel para obtener figuras de formas variadas.
El Licenciado en Sistemas de Información, Oscar Bruno y la Ingeniera en Sistemas de Información, Roxana Leituz, ambos docentes de la UTN Buenos Aires, enseñan Programación a alumnos de primer año con técnicas de origami.
El origami es un arte que consiste en el plegado de papel, sin usar tijeras ni pegamento, para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel. La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de distintos tamaños, partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que puede ir desde sencillos modelos hasta plegados de gran complejidad. En el origami se modela el medio en el cual se vive: fauna y flora de todos los continentes, la vida urbana, herramientas cotidianas, animales mitológicos, entre otras figuras.
“El origami nos permite ser creativos, ya que la programación lo requiere así y esta técnica nos obliga a hacer las cosas paso a paso; nos permite unir cosas, por lo cual hace importante el trabajo en equipo”, explicó el Dr. Bruno.
Por su parte, la Ingeniera Roxana Leituz, declaró que los alumnos llegan con miedo a su primer año de carrera y afirmó que la meta no es que aprendan un lenguaje en particular, sino que aprendan una técnica y una metodología: “encontrar un paralelismo de esta técnica y metodología, que parece tan distante para los chicos, en algo que es más cotidiano y que les recuerda a su infancia, ya que los papelitos de colores de alguna manera los sacan de ese lugar de tensión y de miedo que suelen tener al comienzo de la carrera, es fantástico”.
Los docentes, aseguraron que la implementación de esta nueva técnica creó un vínculo muy cercano con los alumnos y que está comenzando a reproducirse en otras materias.
“Un alumno, en lugar de escuchar a alguien que está en un lugar de lejanía, está doblando papeles con los profesores. El vínculo que se crea es muy distinto, y nosotros priorizamos eso en el primer año de Facultad. Podemos hacerlo porque esta Universidad que amamos como a nuestra casa, nos permite trabajar en libertad y nadie nos cuestiona”, afirmó Bruno.
El licenciado, confirmó que están pensando en otras técnicas de aprendizaje y se inclinan por la música. “Todavía no sabemos cómo vamos a incorporar la música a nuestras clases, pero nos gustaría. Hay un alumno que toca el violín y es maravilloso. ¿Cómo puedo tener a un chico que sea tan maravilloso tocando el violín escuchando solamente las cosas aburridas que tengo yo para decirle? Sería bueno que ese chico que sabe tocar un instrumento, toque y disfrutemos todos del conocimiento de él. Ese chico va a potenciar su saber y se va a sentir mejor, como la UTNBA nos hace sentir a nosotros, libres”.
La Ingeniera Leituz, destacó que la técnica profundizó el interés de los alumnos en la programación: “preguntan sobre la materia, la profesión, interrogan. Tuvimos que llevar profesionales que les expliquen todo” , y continuó: “implementamos cosas que a los alumnos les puedan atraer, les preguntamos muchas veces qué intereses tienen. A veces proponen ellos mismos y nosotros lo tomamos. Es parte de nuestro aprendizaje”.
Por último, ambos agradecieron a la UTN Buenos Aires e hicieron hincapié en la filosofía de la Facultad: “la Universidad nos obliga a pensar la identidad de los alumnos, ya que en el aula las cosas deben ser personalizadas. No le hablamos al curso en general, sino a cada uno de ellos por separado, mirándolos a los ojos o atrayendo su atención en el origami”.