El impacto del PEFI en las carreras de Ingeniería
Compartimos una nota de opinión que el Decano de la UTN Buenos Aires, Ing. Guillermo Oliveto, escribió para la próxima edición de la Revista Argentina de Ingeniería (RADI): Quienes venimos bregando por el fortalecimiento de las carreras de ingeniería y la promoción de vocaciones tempranas por esta profesión, celebramos, desde su anuncio, el Plan Estratégico de […]
Compartimos una nota de opinión que el Decano de la UTN Buenos Aires, Ing. Guillermo Oliveto, escribió para la próxima edición de la Revista Argentina de Ingeniería (RADI):
Quienes venimos bregando por el fortalecimiento de las carreras de ingeniería y la promoción de vocaciones tempranas por esta profesión, celebramos, desde su anuncio, el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016, que estableció el desafío de incrementar la cantidad de graduados hasta alcanzar el promedio de un ingeniero cada cuatro mil habitantes.
En un contexto de crecimiento de la actividad industrial -y su consecuente demanda de profesionales capaces de sostener y profundizar la matriz productiva nacional, a partir del diseño y desarrollo de nuevas tecnologías- entendemos que es nuestra responsabilidad, como Universidades, formar ciudadanos que no solo cuenten con una destacada cualificación profesional, sino que se identifiquen con el compromiso social, la conciencia ambiental y la capacidad de liderazgo que estos tiempos requieren.
En este marco, son varios los programas que se han puesto en marcha, organizados en tres ejes: mejoramiento de indicadores académicos; desarrollo territorial sostenible e internacionalización de la Ingeniería Argentina.
El primero de estos ejes, vinculado a los indicadores académicos, ha requerido de políticas estratégicas como el aseguramiento de competencias de ingreso y egreso, el incremento de sistemas de tutorías que impacten en la retención de estudiantes y en la implementación de planes de estímulo para la graduación de alumnos avanzados que ya están insertos en el mercado laboral.
En el caso de la formación cuaternaria, se han implementado programas como Doctorar (Ingeniería y Agronomía), Agrovalor y Precitye; los proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social, y los programas del MINCYT y de Crédito del Ministerio de Industria.
En lo que refiere a generar vocaciones tempranas, se trabajó en la difusión del rol del ingeniero en la sociedad y se promovió la articulación entre escuelas técnicas y facultades de orientación científico tecnológica con el fin de facilitar el tránsito entre niveles educativos.
Con el objetivo de asegurar perfiles de formación y cantidad de recursos humanos para la consolidación de cadenas productivas de valor, se han implementado observatorios territoriales de recursos humanos, que monitorean la relación demanda-oferta de recursos humanos, profesionales y técnicos en el territorio; la inserción de graduados; y el nivel de satisfacción de graduados y empleadores.
Asimismo, se han creado mesas sectoriales de alcance nacional y se han concretado acuerdos con ministerios, cámaras empresariales, y universidades en áreas estratégicas como: agricultura y ganadería; industria; transporte y logística; minería; telecomunicaciones; energía.
Por último, en la que concierne a la internacionalización de la Ingeniería, se ha avanzado en cooperación con países latinoamericanos y del Caribe, así como con países de la Unión Europea. Argentina acrecentó la presencia institucional en foros internacionales y posee representación en el Comité de Educación de la Federación Mundial de Ingeniería (FMOI) de la UNESCO.
Se han consolidado los proyectos de intercambio de estudiantes y docentes de países del MERCOSUR y México (Programa JIMA); y se concretó un acuerdo panamericano de intercambio de estudiantes y docentes, a través de una gestión conjunta entre Asociación Iberoamericana de Instituciones de Enseñanza de Ingeniería (ASIBEI) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Además, se ha dado impulso a los programas de cooperación con Alemania (DAAD y CUAA) y Francia (ARFITEC), y a los acuerdos de cooperación con Rumania e Italia, y se ha fortalecido la presencia de CONFEDI en ASIBEI y IFEES, así como en el grupo de formación de recursos humanos científicos y tecnológicos de la OEA.
Todas estas acciones han redundado en mejoras en los índices académicos; no sólo se han incrementado los ingresantes (en las carreras de ingeniería aumentó poco más del 7%) sino los reinscriptos, que aumentaron en razón de un 30%, aproximadamente. En ese mismo porcentaje, se cuenta el aumento de graduados.
El CONFEDI ha tenido un rol protagónico en muchos de estos programas, colaborando desde el papel institucional que le compete, haciendo especial hincapié en el aseguramiento de la calidad.
Entendemos que la Ingeniería es una disciplina fundamental para consolidar el desarrollo industrial, relacionar conocimiento con innovación productiva y disminuir los niveles de dependencia tecnológica. Después de años de invisibilización y falta de política, la Ingeniería vuelve a estar en la agenda del Estado, y, aunque aún quede mucho por hacer, el establecimiento de un plan estratégico que convoque a todos los actores y promueva acciones tendientes a fortalecer esta profesión, es un primer paso fundamental para construir el país que soñamos.
Ing. Guillermo Oliveto
Secretario de Comunicación del CONFEDI