Homenaje de la UTN Buenos Aires a veteranos de Malvinas

El programa radial “Buenos Aires Tecnológica” invitó a tres graduados de la UTN y veteranos de Malvinas para compartir recuerdos y experiencias de un pasado en común.

Publicada el 4 de agosto de 2016. Categorías: Graduados, Orgullo UTNBA, Todas las noticias. Etiquetas: , .

Los tres son ingenieros y graduados de la UTN, pero el lazo que los une es mucho más fuerte. Alberto, Javier y Jorge tienen un pasado en común: todos ellos son veteranos de la Guerra de Malvinas. La UTN Buenos Aires decidió reconocerlos realizando una entrevista en profundidad en “Buenos Aires Tecnológica”, el programa de radio de la Facultad, para conocer sus recuerdos y compartir sus experiencias.

Alberto D´Angelo es Ing. Mecánico egresado de la UTN Pacheco de la promoción 1991 y realizó posgrados en Ingeniería Laboral e Ingeniería de Calidad en la UTN Buenos Aires. Durante el conflicto armado fue destinado a Puerto Argentino como parte de la Compañía de comunicaciones mecanizada 10.

Javier Liguori también es Ingeniero Mecánico, egresado de la Regional Pacheco en el año 1989. Durante la Guerra de Malvinas fue destinado a la Península de Camber, ubicada frente a Puerto Argentino, en la Isla Soledad. Durante el conflicto armado estuvo en la 3° Pieza (Zorro 3) 2° Sección, en la Batería de tiro “B” Independencia, como parte del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101. Su vínculo con la UTN no se reduce a un pasado lejano:  en la actualidad, su hijo Ramiro, cursa el 5° año de la carrera de Ingeniería Civil en la Facultad Regional Buenos Aires.

Jorge Podestá también fue destinado a la Península de Camber, en la Isla Soledad. Formó parte del Pelotón Comando 1° Sección, de la Batería de tiro “B” Independencia, GADA 101. Es Ingeniero Civil y en Construcciones, graduado en 1991 en la UTN Buenos Aires y se especializó en Posgrado como Ingeniero Laboral.

Antes de comenzar la entrevista vale destacar un dato interesante: Jorge conoció a Javier mientras ambos realizaban el servicio militar, y largo tiempo después, se cruzó con Alberto en el curso de Posgrado de Ingeniería Laboral. Años antes de este encuentro, Javier y Alberto, habían cursado el colegio secundario juntos.

Jorge: “Javier y yo nos conocimos porque hacíamos el servicio militar juntos. Volvíamos para el mismo lado, porque él vivía en Martínez y yo en Olivos.  Cuando terminé la carrera de Ingeniería Civil, me anoté a cursar un posgrado y ahí lo conocí a Alberto, quien había hecho el colegio secundario con Javier. Yo creo que, de alguna manera, el viento nos fue amontonando a los Malvineros.”

¿Como fue su experiencia en la UTN tras la Guerra?

Jorge: “Yo venía de una escuela técnica y me resultó fácil hacer el ingreso. Yo había terminado el servicio militar en noviembre del 81 y a principio de año ya había empezado a cursar. Había comprado libros de Algebra, de Análisis Matemático. Sin embargo una semana después del comienzo de clases se dispara la guerra, y para el 10 de abril de 1982 nos vuelven a convocar al ejército, cada uno a su regimiento.

A los compañeros que tenía en la Facultad no lo vi más, y a la vuelta se me había pasado todo el primer cuatrimestre. Yo ya venía bastante perdido, confundido en la cabeza también. Habían pasado las vacaciones de invierno y cuando mis amigos me llevaron a la Facultad,  yo ya me había quedado libre de faltas. Pero por suerte los bedeles Miño y Huber me dieron una mano y pude volver a ponerme en carrera Hubo una profesora, Perla Gabizón, que fue muy buena conmigo, y me fue guiando en Algebra, una materia filtro del inicio de la carrera. Todos los profesors me apoyaron mucho al principio para encausarme y eso fue de gran ayuda. ”

Javier: “Yo terminé el colegio en el año 80 y en el 81 hice el ingreso a la Universidad.Venía de una escuela técnica que alentaba mucho a los egresados a esturiar ingeniería en la UTN Pacheco. Hicimos el servicio militar con Jorge, y en Marzo del 82 nos fuimos de baja. Cursé apenas 15 días y me volvieron a convocar. Volví a la Facultad tras la Guerra, recién en Julio, con ganas de dejar atrás lo que había pasado, así que hablé con los docentes y retomé”.

Alberto: Esto es diferente con cada veterano. A mí el regreso no me costó mucho reinsertarme en la Facultad porque ya tenía el ingreso hecho, volví y en el segundo semestre del 82 arranqué la carrera. Me recibieron espectacular los docentes y los compañeros de la UTN.

¿Cuáles son sus recuerdos y experiencias de la guerra? ¿Qué tareas cumplieron en Malvinas?

Jorge: “Yo en Camber formé parte de una batería de tiro. Estaba en la primer sección, con un cañón. Cada sección estaba compuesta por ocho cañones y ocupábamos todo el largo de la península de Camber, que la compartíamos con una brigada de infantería de Marina. Teníamos como misión defender un corredor aéreo que desembocaba en el Aeropuerto de Puerto Argentino.”

Javier: “Yo era de los que armábamos los cargadores con munición y se los entregábamos a otras persona que los colocaba dentro del cañón. El puesto mío se llamaba sirviente de munición”.

Alberto: “Nosotros estábamos en una Compañía de Comunicaciones y nuestra función era brindar comunicaciones a la brigada. La nuestra era una compañía de menor exposición que otras divisiones.

En ese momento no había comunicación inalámbrica, eran todas líneas de cable que se tiraban por el medio del campo, con teléfonos de magnetos, que se cargaban y se utilizaban para comunicarse. Otra de nuestras tareas era dar seguridad a nuestra compañía y a la ciudad. Teníamos que hacer patrullajes nocturnos.”

¿Cómo fue su vida una vez que regresaron de la guerra?

Alberto “No fue sencilla, durante los 90, para entrar a trabajar, tuve que decir que no estuve en Malvinas. Los prejuicios nos afectaron por años y no decíamos que éramos veteranos porque estaba mal visto”.

Javier: “En la guerra murieron 649 chicos, de los cuales casi la mitad, murió en hundimiento del Crucero General Belgrano. Una vez finalizada la guerra se suicidaron unos 300 veteranos. No toda la gente volvía en condiciones, nosotros fuimos unos privilegiados.”

Alberto: “Mi reinserción fue buena y no fue tan traumática. Los primeros 60 días fueron duros, y se veía mucha miseria. Desde 2003 nos empezamos a reunir muchos de nosotros en las casas de veteranos. Veías como el tiempo no había pasado y revivías historias en común. Cada uno reacciona ante situaciones límites en el momento en que las tenés, no podés predecir nada, pero quedan los recuerdos. Al hablarlo con un compañero, uno se libera mucho más. Pudimos juntarnos recién muchos años después pero fue una experiencia muy importante.”

UTN.BA-Malvinas2

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