La UTN Buenos Aires desarrolla la Diplomatura de Diseño e Impresión 3D
La impresión 3D sirve para la fabricación de piezas para aeronaves, edificios ecológicos, implantes médicos que pueden salvar vidas e incluso órganos artificiales.
En la UTN Buenos Aires, se desarrolla la Diplomatura de Diseño e Impresión 3D, donde se otorgan los conocimientos introductorios y las herramientas básicas para desarrollar estos procesos creativos a través de la fabricación digital. Además, se propone brindar una solución introductoria en el uso de impresoras 3D, diseño de programas específicos para imprimir y crear proyectos con una fuerte impronta en sustentabilidad y racionalización de recursos.
La impresión 3D, es un proceso por el cual se crean objetos físicos colocando un material por capas en base a un modelo digital. Todos los procesos de impresión 3D requieren que el software, el hardware y los materiales trabajen en conjunto.
La tecnología de impresión 3D puede utilizarse para crear todo tipo de cosas, desde prototipos y piezas simples hasta productos finales altamente técnicos como piezas para aeronaves, edificios ecológicos, implantes médicos que pueden salvar vidas e incluso órganos artificiales que se producen con capas de células humanas.
“La impresora genera el producto en cuestión de horas o días, depende el tamaño y la complejidad de la pieza, pero comparado con la fabricación de piezas finales o los prototipos de la industria profesional, esto es mucho más rápido, práctico y acelera y mejora mucho la salida de productos al mercado”, aseguro Guido Palazzo, Coordinador y Docente de la Diplomatura de Diseño e Impresión 3D.
Esta técnica se considera un área emergente que explora formas de sustituir o ayudar a las estructuras biológicas existentes, lo que generó una revolución en el campo de la medicina. En los últimos años, la impresión 3D se ha empleado en pacientes con malformaciones craneofaciales, deformidades oncológicas de cara y cráneo, reconstrucciones maxilofaciales, piezas dentales y extremidades como manos y pies.
“La mujer de mi compañero de trabajo tuvo un accidente cerebrovascular y gracias a Dios pudo recuperarse a través de la rehabilitación. Tuvieron que hacerle una craneoplastía, un proceso quirúrgico para la corrección de los defectos craneales, morfológicos o estructurales. En este caso, a ella, le retiraron una porción de cráneo para poder descomprimir una zona de la cabeza que estaba llena de sangre. Una vez que se termina con el proceso de recuperación, hay que volver a tapar esa parte, donde generalmente se tapa con un material metálico o plástico. Ese procedimiento duraba 4 horas, ya que el cirujano debía darle forma a una masa tipo plastilina para que funcione de “tapa” en la cabeza de la persona. En la actualidad, este proceso se realiza a través de la impresión 3D. Mediante una resonancia magnética, se imprime un molde. Cuando el cirujano entra al quirófano, ya tiene la pieza a medida para poder colocarla. El proceso dura alrededor de 30 a 45 minutos”, afirmó el Docente de la Diplomatura.
El Docente de la Diplomatura, aseveró, además, que se pueden usar distintos tipos de plástico e incluso en metal para distintos prototipos. “No es el mismo material el que se usa para hacer una craneoplastía que para hacer una mano.” – continuó – “Es una tecnología que se integra a la tecnología tradicional y complementa procesos para mejorar la calidad de vida de la gente y la productividad de las empresas”.
Desarrollo sustentable:
El desarrollo sustentable es una evolución del antiguo concepto de desarrollo, pues no solo contempla el progreso económico y material, sino que lo plantea en equilibrio con el bienestar social y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales. De este modo, concilia los tres ejes fundamentales de la sustentabilidad: lo económico, lo ecológico y lo social.
Guido Palazzo, opina: “los políticos activaron, después de que las empresas empezaron a darse cuenta que la gente estaba pidiendo solución a los temas globales de sustentabilidad y de medio ambiente. Es una cadena que empezó a moverse y ahora están las empresas compitiendo para ver quién es más sustentable, los gobiernos para ver quién prohíbe más el plástico, la gente para quién consume los productos más verdes, veganos u orgánicos. Es sana la competencia en algún punto porque se difundió mucho todo esto y hay mucho que aprender. El debate abierto es la mejor forma para avanzar en esa dirección”.
Por último, confirmó que sigue pensando cursos nuevos destinados a la salud y la bioingeniería: “estamos poniendo mucho énfasis en los cursos de impresión 3D creativa en nivel inicial y avanzado. Hay cada vez más interés, más impresoras en todo el país y la idea es poder avanzar en la oferta que nosotros tenemos para poder ir hacia el territorio digital online y difundir a más personas. Creemos que de la mano de UTN Buenos Aires lo podemos hacer y llegar a latinoamérica y al mundo”.