Los Kalik, una familia tecnológica

Dos Graduados de la UTNBA y un alumno que pronto se convertirá en Ingeniero Químico repasaron su paso por la Facultad y los cambios que se produjeron en los últimos años.

Publicada el 5 de diciembre de 2017. Categorías: Institucional, Orgullo UTNBA, Todas las noticias. Etiquetas: , , .

Son apasionados por la Ingeniería, solucionar problemas es su mayor anhelo, tienen el corazón pintado de azul grana y la araña tecnológica clavada en el pecho. Son integrantes de la comunidad tecnológica de la UTN Buenos Aires y son “los Kalik”.

Fabián Kalik fue el primero en ingresar a la UTNBA; supo que quería ser ingeniero por gusto por las matemáticas y la química pero también por admiración a su tío, el Ing. Carlos López, quién fue docente de la UTN Facultad Regional La Plata.

“Él fue nuestra figura referente y es ingeniero, de manera que yo sabía que iba a seguir Ingeniería. La cuestión era elegir qué especialidad. En ningún momento él lo impuso pero era la figura fuerte que yo tenía. Estuve entre Ingeniería Civil, en algún momento pensé en Ingeniería Mecánica y después, cuando estudié Química en el secundario, y conocí procesos, supe que eso era lo que quería hacer”, explicó Fabián Kalik.

Pocos años después, cuando Fabián ya cursaba los últimos años de la carrera en la sede Medrano de la Facultad, su hermano Fernando siguió sus pasos y rindió los exámenes de ingreso. Pero su historia tuvo un giro inesperado.

“En Ingeniería la referencia era Fabián. Entré a la UTN en 1982, di el examen de ingreso pero no lo cursé porque arranqué el servicio militar. Recuerdo que mi madre me fue a buscar porque tuve que entrar a la colimba de un día para el otro, prácticamente. Yo ya daba el año por perdido, me faltaba rendir los exámenes finales, pero mi hermano me sentó y en cuatro días en los que creo que no comí, aprobé y entré. Después volví al servicio militar, vino el 2 de abril. Nos tocó ir, nos tocó volver, no hay mérito en eso. Traté de separar: la meta era clara, yo quería ser ingeniero. La campaña de Malvinas me enorgullece, es mía, la viví y el título de ingeniero también”, recordó Fernando Kalik.

Con su padre Ingeniero Químico y su tío Ingeniero Civil, Sebastián Kalik no demoró en decidir que su vida profesional estaría ligada a la Ingeniería: hizo el secundario en un colegio técnico con orientación química y en 2018 se recibirá de Ingeniero Químico como su padre.

“Es una familia bastante técnica: mi papá es ingeniero químico, ambos tíos son ingenieros, uno electrónico y otro civil. Desde chico supe que me inclinaba más hacia la parte técnica; lo humanístico no me atraía. Fui a una escuela química y me terminé encariñando con la Química: como a mi papá, a mí también me atrae todo lo que tiene que ver con los procesos industriales. Ya me quedan 5 finales”, aseguró Sebastián Kalik.

Los tres vivieron diferentes momentos históricos de la Facultad y atravesaron momentos de cambios que siguen recordando: “Si bien estudiamos algunos años en simultáneo, a mí me tocó cursar los primeros en los anexos. Pero como soy de Caballito, tenía el normal 4 en el Parque Rivadavia; el Liceo 12 en José María Moreno; el comercial 19 en Formosa y el Clasanz, en cinco cuadras teníamos todos los anexos. Tuve suerte”, sostuvo Fernando.

En cambio a Fabián le tocó estudiar en Naciones Unidas, en Palermo. “Los sábados teníamos clase hasta mitad de la tarde ahí, salíamos y teníamos que ir en auto hasta el anexo de Formosa para cursar otra materia. En eso ha habido un cambio enorme en la UTNBA”.

En ese sentido, ambos destacaron la importancia de haber construido la sede de Campus y el prestigio que la Facultad adquirió en los últimos años: “Yo me recibí en una época en la que la UTN  no era tan bien vista, pero con el correr de los años entendí que por más buena posición que tengan otras universidades en cierto ranking, la realidad es que más allá de los conocimientos básicos hay una cuestión de criterio de los profesionales, de las personas y no ves diferencia. Y yo he tenido la posibilidad de contactarme con ingenieros nacionales e inclusive de universidades del exterior y estamos exactamente al mismo nivel o inclusive en algunos casos, superior”, sostuvo Fabián.

“Para mí ha sido algo muy positivo –continuó-, nunca me arrepentí. De hecho rendí e ingresé en la UBA al mismo tiempo que en la UTN pero no tuve dudas: Me quedé en la UTN y no me arrepiento para nada”.

Fernando se había alejado de la Facultad cuando se recibió, por lo que volver a recorrer los pasillos y visitar el Aula Magna le generó impacto: “Me costó terminar. Empecé con plan ‘79, seguí con plan ‘85 y terminé con plan ‘88. Casi 50 materias anuales, sin promocionar, así que terminé y dije: “Basta, hasta acá llegué”, y me alejé. Volví ahora a partir de algún evento y la veo cambiada. Está diferente, se le mejoró la entrada, las escaleras; el piso es totalmente diferente”.

Fabián Kalik destacó además que la UTNBA supo adaptarse a los vertiginosos cambios del mercado laboral y de la sociedad: “Yo puedo comparar lo que fue mi carrera de lo que es la de mi hijo, Sebastián, y lo que veo es que la Facultad se adaptó mucho a lo que es la realidad hoy en la Industria, en la calle. Él hoy tiene materias que yo no tuve y que en la práctica profesional hubiese querido tener. En eso ha habido un cambio notable, para bien. Otro de los cambios para bien fue dejar los anexos. En ese sentido, el Campus es un logro enorme. Genera un sentido de pertenencia que antes hasta que no empezabas a cursar en Medrano en cuarto año, no lo tenías”.

Sebastián Kalik ingresó a la Facultad en 2012 y para él, los cambios más importantes se dieron en la modalidad de evaluación: “Desde que entré en 2012, hasta este año 2017 y va a seguir, noté muchos cambios en relación a avances en lo que es la modalidad de evaluaciones. Hoy por hoy se sigue teniendo que ir a firmar una libreta y supongo que eso en algún momento va a cambiar. Son cosas de ese estilo que van mejorando, se van adaptando a la realidad. Avanza la tecnología, estamos en una Universidad tecnológica y la universidad avanza a la misma velocidad”, destacó.

Compartimos el programa de Buenos Aires Tecnológica en el que la familia Kalik relató su paso por la UTNBA.

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