Millennials: ¿cómo serán los nuevos ingenieros?
Los adelantos tecnológicos están cambiando la forma de construir conocimiento y en la UTNBA se trabaja para contener a las nuevas generaciones sin descuidar la calidad de la enseñanza.
Tienen entre 18 y 34 años, nacieron en la “era digital”, son seguros, creativos, emprendedores y solidarios; los nuevos ingenieros son millennials y se hacen nuevas preguntas acerca de su función social.
Esa generación de nativos tecnológicos no sólo es muy buena usuaria de la tecnología sino que además “piensan soluciones con la tecnología incorporada y su cerebro opera de otra forma, porque al haberse desarrollado en inter juego con la tecnología tienen otras capacidades: aprendizaje mucho más rápido, capacidad de aprender de otros tipos de formato o de operar o vivir en un mundo en el que están totalmente seguros de que la información está disponible”, explicó la Lic. Paula Molinari, fundadora y Presidente de Whalecom, consultora en gestión del cambio y desarrollo de organizaciones e individuos.
Los millennials tienen además, mayor interés en el trabajo colectivo, “son gregarios, con lo cual los grupos son muy importantes. Y esto tiene un impacto en cuanto a que experimentan mayor satisfacción en situaciones grupales y son muy optimistas sobre el impacto de los grupos. Eso hace que generen modelos de trabajo colaborativo, coworking, couchsurfing, y todos los modelos que de alguna manera están basados en la nueva tendencia que es creer que la gente junta es más fuerte”, aseguró Molinari.
Otra de las características de esa generación es que es muy optimista y pragmática. Al mismo tiempo, tiene un gran compromiso con la sustentabilidad y con el cuidado del planeta.
En la UTNBA, estas características se traducen en un incremento en el número de proyectos con compromiso social o interés por el cuidado del medio ambiente que presentan los alumnos, y un marcado interés por el emprendedorismo.
Para dar respuesta a estas nuevas inquietudes, la Facultad incorporó asignaturas en los tramos electivos de las carreras como “Desarrollo Emprendedor” en la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información; “Emprendedorismo y Gestión Empresarial”, en Ingeniería Mecánica; “Cooperativismo y Economía Solidaria” e “Innovación y Emprendedorismo”, en Ingeniería Industrial. En esa carrera se implementó además una nueva Práctica Profesional Supervisada (PPS) en la que los alumnos pueden elegir trabajar en cooperativas o fábricas recuperadas.
Son solidarios
El compromiso de los millennials que estudian Ingeniería se plasma además, en el incremento del Programa de Voluntariado de la Secretaría de Extensión de la Facultad, que se inició con un proyecto y ya tiene 6, a los que se suman las convocatorias que se realizan a través de la Secretaría de Políticas Universitarias.
“Los programas de voluntariado originalmente arrancaron con los Graduados. Pero cuando empezamos a detectar el gran compromiso social que tienen los millennials fuimos extendiendo los programas también a los estudiantes”, explicó la Ing. Alejandra Vázquez, miembro del Área de Desarrollo Social de la Secretaría de Extensión de la UTN Buenos Aires.
Los programas de voluntariado de la Facultad están orientados principalmente a acercar a los adolescentes a la Ingeniería y que la consideren como una opción de estudio; y hacia adultos mayores.
“Los proyectos en los que se interesan más los millennials son los que ofrecen clases de apoyo escolar o tutorías. Tenemos un programa de apoyo escolar en el barrio Piletones de Villa Soldati, los sábados a la mañana. Se armó un muy lindo grupo de voluntarios, que además tiene un buen vínculo con los alumnos. Lograron que se hicieran de una rutina de estudio, que se acerquen al espacio de apoyo escolar para sus materias; les empieza a surgir la pregunta sobre cómo sería estudiar ingeniería, si ellos podrían acceder a una carrera de este tipo, más teniendo en cuenta que el campus de la Facultad está tan cerca”, sostuvo Vázquez.
Son emprendedores
Los millennials suman en Argentina 11.536.600 personas, lo que representa el 28,75 por ciento de los 40.117.096 argentinos que habitan el país, según datos del último censo del INDEC.
En esa franja etaria la tasa de desocupación alcanza el 16,7 por ciento, según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Pero su irrupción en el mundo laboral está generando cambios tanto en la selección de personal como en la forma en la que las empresas ofrecen trabajo y retienen talentos.
“Esta franja etaria está determinando un momento hito porque está cambiando el rumbo de la humanidad, está cambiando nuestro contexto general especialmente en un terreno en el que yo trabajo tanto que es el mundo del trabajo. Creo que hay un punto de inflexión con la incorporación de los jóvenes millennials al mundo del trabajo”, sostuvo la Lic. Susana von der Heide, presidenta de la consultora de Recursos Humanos que lleva su apellido.
La especialista explicó que a diferencia de antes, cuando los profesionales “hacían cola para entrar a trabajar a grandes compañías”, hoy se realizan procesos de elección mutua en los que elige tanto el profesional como la compañía.
“Se trata de una elección mutua en donde juntos co-construyen el proyecto, lo que es importante porque cada uno puede expresar lo que quiere. Nosotros hemos modificado nuestra visión de cómo realizar los procesos porque ha cambiado la manera de elegir el trabajo”, señaló.
Von der Heide destacó también que “estamos todos atentos para estar a la altura de las exigencias, seguir avanzando, creciendo y no perder talento; seguir formando equipos, generando los contextos para que la gente se quede”.
Por su parte, la Lic. Molinari consideró que los millennials “se vuelcan mucho hacia el emprendedorismo. Hoy hay mucha gente que ya está estudiando y que no piensa trabajar en una empresa sino en crear su proyecto propio”, aunque advirtió que se trata de una generación en la que no se puede generalizar porque no hay un patrón sino “una tipología de patrones”. En ese sentido, consideró que “para un ingeniero hoy sin dudas tiene más atractivo un start up que un banco; porque tiene posibilidades de participar, de innovación, de desarrollar un pensamiento sistémico, de hacer una variedad de cosas y no solamente una. Entonces digamos que los contextos más atractivos son los innovadores, donde hay participación, donde la contribución hace sentido porque ven el impacto de lo que hacen; o donde se identifican con los valores que también es un tema importante. Esos van a ser los contextos preferidos”.
El informe “Compás Millennial”, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo, determinó que de los 600 jóvenes de CABA y Gran Buenos Aires entrevistados, la mitad considera como una posibilidad tener su propio negocio o trabajar por cuenta propia en el futuro. “Esta tendencia se acentúa entre quienes pertenecen al sector socioeconómico alto y medio-alto (60%) y medio (56%) con respecto a los del estrato más bajo (42%)”, sostuvo el documento.
Velocidad, innovación, colaboración, la educación del futuro
Tanto Von der Heide como Molinari, consideraron que la educación tiene una deuda con las nuevas generaciones, que no ha sabido adaptarse a la velocidad con la que las nuevas tecnologías modificaron el tiempo de atención y los intereses de los alumnos.
“El gran desafío de la educación es prepararse para estas nuevas generaciones. Creo que todavía estamos mirando las cosas no con toda la velocidad que debiéramos como para acompañar este ritmo tan vertiginoso de transformación de nuestra era. En general en Latinoamérica estamos con una deuda de celeridad y de cambio de paradigma”, consideró Von der Heide.
“Esta gran transformación de la era amerita detener el juego – continuó-, repensarnos y replantearnos las metodologías, la manera de enfocar el aula, el espacio donde todos aprendemos y si la posibilidad de hacerlo más remotamente no sería una opción dentro del sistema educativo”.
En ese sentido, Molinari destacó que “si bien las ingenierías están muy ligadas a la tecnología, al mundo que viene de automatización y el mundo digital, todavía tienen algún sesgo de tradicionalismo. Es decir que para la gente siguen siendo muy teóricas en lugar de ser mucho más prácticas. Todavía les falta atractivo a las propuestas de las ingenierías para captar aún más gente de la que están captando, que no es suficiente para las necesidades que está teniendo el mercado”.
La generación millennials y las venideras plantean grandes desafíos para la educación. Para investigar y ofrecer las respuestas adecuadas, la UTNBA creó el Centro de Investigación e Innovación en Educación, desde el que se incentiva a los profesores de la Facultad a ofrecer nuevas condiciones de enseñanza que contengan a los nuevos alumnos sin perder de vista la excelencia académica que la caracteriza.