“Soy una agradecida de la universidad pública y de haber estudiado en la UTNBA”
La Ing. Karina Caseres, CIO de Danone, lidera un equipo de trabajo de 90 personas y se ocupa de brindar servicios de tecnología a negocios de Argentina y Uruguay.
Karina Caseres, Ingeniera en Sistemas de Información y graduada de la UTNBA, ocupa el rol de CIO en Danone; reconocida multinacional agroalimentaria, que elabora y comercializa productos lácteos frescos, aguas y nutrición especializada: “Danone me contrató hace 13 años, embarazada de mi hija la más pequeña. En los inicios, no entré como Directora, sino con un cargo que era Líder de Proyecto, para finalizar unas implementaciones que habían quedado truncas y que estaban relacionadas con sistemas industriales de manufactura y de control de gestión. A partir de ahí, comencé mi carrera en la empresa”.
El área que conduce la graduada de la UTNBA se ocupa de brindar servicios a los negocios de Argentina y Uruguay. El equipo de trabajo está conformado por 55 personas internas y 20 personas externas que trabajan de manera full time en la organización: “somos cerca de 90 personas. Con presencia muy grande en Argentina y algunos recursos en Uruguay. Luego contabilizamos los proveedores que trabajan con nosotros para ejecutar proyectos, aunque en este caso se trata de un staff que va cambiando a medida que vamos los vamos cerrando. Pero generalmente el equipo es de unas 90 personas”, afirmó Caseres.
Como Directora, Caseres monitorea el estado de proyectos que se están implementando, evalúa la performance de algún equipo en particular, además de llevar a cabo reuniones relacionadas con “discutir prioridades, soluciones a necesidades y problemáticas dadas por el contexto económico en el que estamos, por la pandemia, o por otros motivos. El área de tecnología está involucrada en esas discusiones porque el 95 % de las cosas se resuelven a través de tecnología”, sostuvo Karina Caseres.
Por otro lado, la Ing. en Sistemas mencionó los cambios que se sucedieron en el área tecnológica dentro de la empresa, con el fin de incluir tecnología en los procesos de negocios, y resaltó que las transformaciones de tecnología están vinculadas a la gestión del cambio: “tanto interna de las áreas de tecnología como de los negocios. Es decir, en empresas donde no se dedican a la tecnología y donde ésta es simplemente un facilitador, para que tenga un impacto en la organización tiene que estar acompañado por un cambio. Que la gente abrace la tecnología y sepa cómo usarla eficientemente. No es que los procesos de transformación tecnológica se hacen mágicamente de un día para el otro. Muchas veces uno quiere cambiar y transformar y la organización no está preparada. Entonces esa transformación se detiene o se demora, uno toma otra estrategia y logra implantar esa tecnología. Hay mucho trabajo detrás de la tecnología y de la gestión del cambio”, explicó.
Lo más interesante de su rol como CIO de Danone, -explicó Caseres- es entender cuáles son las necesidades que tienen los negocios y “lograr acercar el mundo del negocio al de la tecnología para poder impactar. Eso es lo que más me gusta y lo que me parece más interesante como líder en tecnología, buscar esas oportunidades”, sumado a “tener la oportunidad de traer el afuera hacia adentro”. Esto significa conocer qué sucede en el mercado, cuáles son las tecnologías disponibles y estudiar cómo aplicarla a cada negocio.
Liderar equipos representa para la Ingeniera otro gran desafío: “este rol no tiene que ver con un conocimiento técnico. A medida que fui avanzando en mi carrera profesional y tomando posiciones de liderazgo, fui perdiendo conocimiento técnico; ya no soy la experta en determinada área técnica sino que fui adquiriendo experiencia vinculada a la gestión de las personas. Esta cuestión de liderar, motivar, influenciar y no solo a mi equipo es sumamente desafiante. Uno va encontrando herramientas de liderazgo y de gestión de personas, eso es sumamente motivador para mí”.
Liderar en tiempos de pandemia
Caseres explicó que la pandemia causada por el COVID-19 representa grandes desafíos para los líderes de equipo porque sus estilos se ven condicionados en el actual contexto, como consecuencia de la falta de proximidad con los miembros del equipo, por lo que es necesario generar nuevas técnicas para estar “cerca de la gente, aunque no podamos físicamente”, sostuvo.
“La pandemia -continuó- nos forzó a adaptarnos a una nueva forma de trabajo y, a pesar de la visión de los detractores de esta forma de trabajo, la realidad nos demostró que no es así y que se puede cambiar. Ahora me parece que las organizaciones y los equipos tenemos el desafío de buscarle mayor eficiencia a este modelo de trabajo. Quizás los primeros meses podíamos ser un poco ineficientes, estábamos protegidos por la excusa de que esto es algo que nos sorprendió. Ahora dejó de ser una sorpresa, parece una nueva forma de trabajo. Entonces tenemos que trabajar sobre los mecanismos de motivación con la gente, cómo ser próximos, cómo liderar y conducir; supervisar, gestionar, influenciar. Todo lo que hacíamos antes de forma presencial tenemos que hacerlo ahora con esta nueva modalidad, para que nuestro trabajo sea eficiente y también para cuidar a nuestros equipos. Quizá los primeros meses requería de una dedicación muy fuerte tanto mental como emocional de nuestros equipos. Pero eso no se puede sostener eternamente. No podemos seguir exigiendo a nuestros equipos esa dedicación tanto física como emocional. Ahora tenemos un trabajo importante por hacer en relación a eso”.
Su formación en la UTNBA
Para Caseres su formación en la UTN Buenos Aires fue clave en su desarrollo profesional, al tiempo que valoró la universidad púbica para transitar su carrera:
“Soy una agradecida de la universidad pública; no podría haber estudiado si no hubiese sido por eso. Y en segundo lugar creo que la UTNBA, en lo que es Ingeniería en Sistemas, tiene una visión muy amplia de lo que es la práctica, a diferencia de otras universidades focalizadas en lo técnico y en programación. Entonces, la universidad me dio un bagaje de conocimiento muy amplio, más allá de la tecnología que era la columna vertebral. La UTNBA te hace desarrollar algunas características de conducta que tienen que ver con el esfuerzo, con el esmero, con la posibilidad de trabajar y de estudiar. Toda mi carrera la hice trabajando y estudiando, es una característica muy diferencial frente a otras universidades. La UTNBA fue el lugar donde, además de aprender cosas sobre tecnología y con docentes referentes, se ampliaron mis conocimientos a otras áreas y me permitió ir ganando experiencia en el ámbito laboral. Con el tiempo, entendí que lo que necesitaba era constancia, dedicación y esfuerzo. Muchas veces son más los miedos y bloqueos que uno tiene que lo que realmente es”.
Karina Caseres recordó su paso por las aulas junto al Ing. Andrés Bursztyn, Vicedecano y Director del Departamento de Ingeniería en Sistemas de Información: “se sentaba adelante mío con otro compañero. Veía que resolvían algunas cuestiones con mucha facilidad y a mí me costaba, pensaba que nunca me iba a salir como a ellos, es muy gracioso”.
“La Facultad -conitnuó- me dio la posibilidad de conocer diferentes perfiles de personas; empecé a transitar la diversidad de la vida. Me abrió la posibilidad de conectarme con diferentes personas, orígenes y estilos. Mientras fui aprendiendo, me divertí muchísimo. Hacíamos reuniones de estudio en donde algo sacábamos, además de pasarla muy bien. La época de la Facultad la recuerdo con mucho cariño, mucha alegría. Muchas noches sin dormir, mucho nervio de examen y de final, mucho estudio y esfuerzo; pero no recuerdo eso como lo principal, sino todo lo otro que viví”.
La CIO de Danone resaltó las oportunidades que ofrece estudiar Ingeniería; la demanda que existe en el campo laboral y la importancia de transitar la carrera con esmero y compromiso:
“Siempre digo que las Ingenierías, no importa el rubro, son un mar de oportunidades y de conocimientos. Te ofrecen la posibilidad de, el día de mañana, conducir tu carrera profesional al lugar que vos desees”.
Las mujeres y la Ingeniería
“No creo en oportunidades diferenciadas, el estudio es oportunidad siempre, para todos”, sostuvo la Ingeniera al referirse a la igualdad de oportunidades. Caseres resaltó que la Ingeniería abre puertas y permite “un tipo de razonamiento o pensamiento crítico que, en mi caso, generó una práctica que me sirve en muchos ámbitos. El haber estudiado ingeniería me permitió armar algunos patrones de razonamiento que me sirven en el día a día”.
Además, manifestó no haberse sentido condicionada por ser mujer durante la carrera, siempre fue motivada por su familia y entendía que la carrera, con sus dificultades, obstáculos y desafíos, sería tan difícil como para cualquiera:
“Creo que a veces las mujeres, por un tema cultural, no fueron motivadas para determinadas carreras. Participo en un Comité sobre diversidad dentro de Danone, y en actividades que tienen que ver con la inclusión de la mujer en el ámbito de la tecnología, sobre todo para sectores más vulnerables. Trabajo mucho en lo referente a la diversidad”, sostuvo y recordó: “en un taller que hice se propuso una reflexión importante en la que me sentí identificada. Tenía que ver con un estilo de liderazgo o conducción masculina. Yo, haciendo autocritica, dije que la posibilidad de haber crecido en determinadas posiciones era porque yo tenía características de liderazgo masculino. Eso es una aberración y yo lo repetí durante años. Luego, producto del trabajo y de que uno empieza a entender la problemática de la diversidad, comprendí que no hay características de liderazgo masculino y femenino, no existe eso. Todos podemos tener las mismas características, y en las carreras pasa lo mismo. Tanto mujeres como hombres, podemos tener las mismas oportunidades”, concluyó.