Alumnos de UTN Resistencia desarrollan una huerta hidropónica para comedores rurales
El proyecto prevé además un voluntariado universitario que enseña a la comunidad a elaborar productos nutritivos de bajo procesamiento.
Docentes y voluntarios de la UTN Resistencia ganaron en 2016 dos becas de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) para desarrollar una huerta hidropónica para el comedor San Francisco, en donde trabaja la comunidad salesiana, ubicado en Fontana; y el desarrollo de una salsa nutritiva, mínimamente procesada.
El proyecto de huerta hidropónica fue presentado en el Programa Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo; y el de voluntariado universitario para elaborar una salsa nutritiva, en el Programa Compromiso Social Universitario, ambos de la SPU. La Secretaría seleccionó los proyectos en diciembre pasado, y en marzo de este año les entregó el financiamiento.
El proyecto de la huerta se enfoca en la producción de frutas y hortalizas que se puedan utilizan en el comedor. “Una huerta hidropónica es una plantación de verduras o frutas sobre agua. Nosotros tenemos dentro de nuestro equipo de trabajo un especialista que trabaja en Huerta Hidropónica, que nos está ayudando en el desarrollo de este proyecto, -comentó la Ing. Silvia Zambón, docente responsable del proyecto-. Todo se trabaja de manera articulada: la huerta hidropónica tiene el objetivo de producir alimentos, y el voluntariado universitario consta de la elaboración de productos a partir de estos vegetales y frutos, de una salsa nutritiva con bajo procesamiento”.
La docente asegura que “el cultivo en agua es mucho más limpio que cultivar en tierra y se puede producir sobre cañerías o sobre tanques. Son sistemas cerrados de almacenamiento de agua, en los que partir de un sistema de cañerías va agua a cada plantita y después vuelve al tanque. En el tanque se colocan los macro y micronutrientes que necesita específicamente cada especie de planta para desarrollarse. Como no está en contacto con la tierra es mucho más limpia porque es bajo o libre de microorganismos. Y como la planta tiene los macro y micronutrientes para el desarrollo de cada una, crece mejor, tiene mayor producción y además se puede utilizar tierras que no serían aptas para la agricultura”.
Zambón relató asimismo que “el objetivo del trabajo en el barrio es enseñarles a producir sus alimentos de una manera innovadora, algo distinto a lo que por ahí conocen. Vamos a hacer una serie de capacitaciones y no solamente para la producción hidropónica sino para la producción convencional también”. En ese sentido, la docente destacó que “se trata de que entiendan que uno puede producir su propio alimento, que la comida no cae de arriba sino que ellos sean responsables y partícipes de la producción de sus alimentos”.
Los voluntarios pertenecen a las cuatro carreras que se dictan en la Facultad Regional: Ingeniería Química, Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Sistemas y la Licenciatura en Administración Rural, donde Zambón es docente. “Es un equipo multidisciplinario, cada uno le otorga al proyecto su impronta. También contamos con un importante equipo docente; un ingeniero agrónomo que es el especialista en hidroponía, un licenciado en administración rural, doctoras en química, y una ingeniera que es doctora en Ingeniería e hizo su tesis en alimentos mínimamente procesados”, aseguró.