Ante un auditorio colmado, se reinauguró el Aula Magna de la UTN Buenos Aires
El Área de Infraestructura y Planeamiento brindó detalles de las obras realizadas en el histórico recinto.
En la tarde del miércoles 7 de junio se reinauguró el Aula Magna de la UTN Buenos Aires con un emotivo acto en el que participó toda la comunidad tecnológica de la Facultad. El encuentro contó asimismo con la presencia de autoridades como: el Lic. Agustín Campero, Secretario de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación; el Rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Ing. Juan José Castelucci; el Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Salvador, Ing. Marcelo Zanitti; el Dr. Walter Legnani, Secretario de Ciencia, Tecnología y Posgrado de la UTN, la Ing. Patricia Brotto, responsable de la Dirección General de Construcciones y Planeamiento Universitario de Rectorado, el Ing. Andrés Bursztyn, Secretario de Tecnologías de la Información y la Comunicación de UTN, Vicedecano de la UTN Buenos Aires y Director del Departamento de Sistemas de Información de la UTNBA. El Rector de la UTN, Ing. Héctor Brotto, envió un saludo y felicitación.
El acto, que contó con la locución de Jorge Formento, inició con palabras del Decano, Ing. Guillermo Oliveto.
A continuación, se proyectó un video que sintetizó el trabajo realizado sobre el histórico Auditorio y, posteriormente, el Coro y la Camerata de la UTN Buenos Aires realizaron una breve presentación.
Luego fue el turno de Juan Tiribelli, Secretario General de la Facultad, quien hizo repaso del recorrido transitado: “Hoy es un día de muchísima alegría. Comenzamos la gestión el 21 de diciembre de 2009 con un proyecto de Facultad, y con un proyecto de mejora edilicia para esa Facultad. Cuando arrancamos no pudimos hacer este tipo de obras porque había obras atrasadas como el techo del edificio de Medrano, la nuevo obra para habilitar el gas (ni bien asumimos nos cortaron el gas), la renovación del tablero eléctrico que se quemó porque no estaba preparado para la cantidad de actividad que se desarrollaba en la Facultad. Son esas obras que no se inauguran, que son como tener luz o internet; un estándar. De a poco fuimos mejorando la Facultad, no solo el edificio de Medrano sino también el de Campus. Hicimos pie, nos establecimos. Contamos con la ayuda de la Ing. Brotto, que siempre estuvo a disposición y que colaboró siempre con el área. Aprendimos mucho, y de eso emulamos el área de Infraestructura que tiene el Rectorado de la Universidad”.
Tiribelli convocó al escenario a los integrantes del Área de Infraestructura y Planeamiento, quienes fueron brindando detalles del trabajo realizado en el Auditorio. Se trata del Ing. Néstor Ferré, responsable del área; las arquitectas Paula Botti, Lucila Vidal y Rocío Lara; y los estudiantes de Ingeniería Gabriel Rodríguez, Sergio Catalusci y Agustín Cuesta. “Este concepto de incorporar estudiantes lo hemos implementado en otras áreas como la Subsecretaría de Tecnología de la Información y Comunicaciones, SUBTIC, que nos permite capacitar a los chicos con cuestiones relativas a su propia carrera”, señaló Tiribelli.
“Sabía, cuando fui convocado para dirigir este equipo, que era un gran desafío y que podíamos garantizar trabajo y comprometernos, -afirmó Ferré-. Lo que no sabía era la emoción que se sentía al inaugurar una obra en nuestra casa. Pasamos un día de emociones, un día muy atípico para todos. Para nosotros, este evento es un antes y un después. Encontramos un espacio para desarrollarnos como profesionales, contamos con el apoyo y la confianza de toda la Facultad y siempre vamos a estar agradecidos por ello. Pudimos planificar y fijar objetivos, y de a poco los vamos cumpliendo”.
El equipo de AIP brindó detalles de la remodelación y refuncionalización de la obra realizada en la planta baja del histórico edificio de Medrano: se replanteó el espacio asignado a la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; se incorporaron baños tanto en el ala de Lavalle como en la de Tucumán; y se generaron nuevos accesos. El hall central fue renovado, así como las escaleras, que fueron reemplazadas con nuevas piezas de mármol. En el hall central se respetó el dibujo original de los pisos unificado con los pasillos y los baños, y se incorporó un tablero de control de luces unificado para toda la planta baja. También se incorporó luz de emergencia en las cornisas del anillo del hall central. Se restauraron los apliques de bronce y las placas históricas. Se modificó el mobiliario de mesa de entrada y seguridad, que fue reubicado para permitir una mejor evacuación en caso de emergencia.
En el Aula Magna se incorporó un nuevo sistema de climatización frío-calor moderno, capaz de ambientar la sala en su máximo de capacidad. También se renovó el sistema de iluminación, con tecnología LED integrada y 50 mil horas de vida útil (duplicando cualquier sistema tradicional de iluminación LED). Antiguamente, se contaba con hasta 200 lux y hoy ese número alcanza 450. Todo el sistema de iluminación tiene mucha flexibilidad de manejo; hay una sala de control central, pero también existen botoneras en distintos puntos del Aula Magna e incluso aplicaciones para poder regular la iluminación desde un celular o tablet. En cuanto al sistema de video y sonido, re realizaron proyectos y estudios que mostraban la reverberación del Aula Magna, a raíz de sus materiales (pisos, cortinados, vidrios y paredes). Se colocaron dos parlantes a cada lado del ventanal principal, con sonido direccionado para evitar su rebote y la reverberación o eco. Y se incorporaron dos proyectores nuevos de alta definición y luminosidad junto a dos pantallas nuevas motorizadas de 90 pulgadas. Todo este sistema se maneja se maneja desde la cabina de control, al igual que el sonido, a partir de una matriz configurable.
Asimismo, explicaron el diseño de un sistema de carritos que permiten guardar las nuevas butacas y así liberar espacio en el Auditorio. Se implementó un sistema de cortinas motorizadas que se pueden operar también desde la cabina de control. Tanto las butacas como las cortinas fueron realizadas con materiales ignífugos.
En el frente del edificio, se restauró la fachada y se incorporaron luces LED para aumentar la visibilidad para el peatón y para las cámaras de seguridad. En el acceso se renovó el piso y el mármol, al que se le agregaron antideslizantes. Se amplió la rampa de acceso de discapacitados y se agregaron carteles de iluminación LED de letras corpóreas; uno en el acceso y otro cerca de la esquina de Tucumán. Las puertas fueron restauradas por ebanistas.
Por seguridad, se renovaron por completo las dos cajas de escaleras; se renovaron los 134 escalones y se restauraron las barandas de madera. Asimismo, se incorporaron carteles de acero inoxidable en cada uno de los pisos.
“El gran desafío fue generar un master plan discutido por la comunidad, un plan director a nivel edilicio a 20 años que empezamos a llevar adelante. Llevamos siete años y hemos hecho muchas de las cosas que nos planteamos y que pueden verse en una maqueta que se encuentra en el edificio de Campus, donde se puede observar cómo sería el resultado final. Eso no solo nos sirve para saber a dónde vamos, sino que compromete a los dirigentes futuros de la Facultad. Esto es una política de Facultad discutido en Consejos Directivos y se nos hace carne al explicar cuál es la Facultad que queremos”, finalizó Tiribelli.