Discurso de la graduada destacada, Ing. Carolina Nisenbon
Fue emitido durante la colación de grado del martes 29 de octubre en el Aula Magna de UTN BA.
Buenas tardes a todos, a las autoridades, docentes, no docentes, colegas, familiares y amigos:
Hoy es un día de celebración, un momento en el que todos ustedes, nuestros graduados, reciben el reconocimiento que tanto han trabajado para alcanzar. Es un honor para mí estar aquí, no solo como graduada de esta facultad, sino también como docente, compartiendo esta jornada tan significativa y memorable. Agradezco profundamente a las autoridades y a Alejandro por convocarme para dirigirles unas palabras en este día tan especial.
Mientras los miro, no puedo evitar recordar mi propio camino. Hace algunos años, yo también me senté en esta misma sala con una inmensa felicidad por haber alcanzado un objetivo que me había propuesto con esfuerzo y dedicación. Siento que, al igual que en ese entonces, cada uno de ustedes está experimentando una mezcla de emociones: alegría, orgullo y quizás un poco de ansiedad por lo que vendrá. Espero de corazón que puedan experimentar esa misma satisfacción, esa sensación de orgullo que nace del trabajo bien hecho y el esfuerzo constante.
Esta facultad, nuestra querida UTN, me abrió sus puertas cuando todavía estaba en la secundaria y decidí embarcarme en el curso de ingreso. En esos años, aún estaba descubriendo qué quería hacer de mi futuro, y fue aquí donde fui encontrando mi vocación, la ingeniería. Transité cinco años llenos de aprendizajes y experiencias, donde encontré amigos que me acompañan hasta hoy, docentes apasionados y profesionales comprometidos, espacios de trabajo que fomentaron mi curiosidad y mucho para aprender. Sé que muchos de ustedes también han vivido momentos similares, llenos de descubrimiento y crecimiento personal.
No siempre fue fácil; hubo momentos de esfuerzo, sacrificio y hasta algunas frustraciones acompañadas de lágrimas. Pero cada desafío me enseñó algo valioso. Esos obstáculos se convirtieron en oportunidades para fortalecerme, para aprender a superar mis propios límites, y me brindaron herramientas que, sin duda, me ayudaron a alcanzar mis metas. Hoy tengo la suerte de trabajar en ingeniería, desarrollando productos que llegan a millones de hogares en Argentina. Esta labor no solo me llena de orgullo, sino que también acompaña mi propósito y me motiva a seguir aprendiendo y creciendo cada día. Esa conexión con el impacto real de nuestro trabajo es lo que hace que esta profesión sea tan gratificante.
Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más profundo agradecimiento a nuestra facultad, líder en calidad y excelencia académica, y a todos los profesores que nos han acompañado. Me encantaría nombrar a cada uno, pero me sería imposible. Sin embargo, es importante reconocer que todos han dedicado horas y esfuerzo para guiar a esta generación de ingenieros, siempre con el objetivo de empoderarlos para enfrentar el mundo. Cada clase, cada conversación, cada consejo ha sido una oportunidad para aprender, crecer y descubrir el potencial que llevamos dentro.
No quiero dejar de dedicar unas palabras al personal no docente de nuestra facultad, quienes son el motor silencioso que hace posible nuestro paso por esta institución. Ellos han estado a nuestro lado en cada etapa, facilitando el acceso a recursos y creando un ambiente acogedor y ordenado para que podamos enfocarnos en aprender y crecer.
Queridos graduados, hoy es su día. Aprovechen esta nueva etapa para dejar su huella en el mundo. La formación técnica que han recibido aquí no solo les ha brindado conocimientos; también les ha enseñado a resolver problemas, a innovar y a adaptarse. En un mundo en constante cambio, estas habilidades son fundamentales. Todos compartimos la responsabilidad de ser el futuro, y estoy convencida de que tienen el potencial para transformar realidades y generar un impacto positivo en la sociedad.
Este hito, su colación de grado, es solo el comienzo de cada una de sus carreras profesionales, que sin duda estarán llenas de éxitos. Recuerden que cada obstáculo que superaron los ha fortalecido y los ha preparado para lo que vendrá. Les esperan grandes desafíos y oportunidades. Mantengan su pasión, su compromiso y su deseo de seguir aprendiendo. Estas son las herramientas más valiosas que tienen para enfrentar cualquier reto.
Sepan que la facultad es un lugar que sigue abierto para todos, un espacio donde el aprendizaje nunca se detiene. Yo tengo la suerte de ser ayudante de Proyecto final y participo en un proyecto de investigación, lo que me permite mantener un contacto muy estrecho con la comunidad académica. Esto no solo enriquece mi vida profesional, sino que también me brinda la oportunidad de devolverle a la facultad un poco de todo lo que me dio.
Mis más sinceras felicitaciones a todos ustedes. Sáquense muchas fotos con su tan esperado título, dedíquenselo a ustedes mismos y a todos los que los acompañaron en estos años. Atesoren este momento por siempre. ¡Bienvenidos, nuevos colegas!