Otorgan el Subsidio Florencio Fiorini a investigador de la UTN Buenos Aires
El Dr. Marcelo Castro ha desarrollado una extensa carrera en aplicaciones computacionales a ciencias biomédicas en EEUU. Actualmente, impulsa proyectos de impacto local en Argentina e integra el grupo GIBIO de la UTN.BA.
Marcelo Castro es Licenciado en Ciencias Física de la UBA, Doctor en Ciencias Computacionales e investigador del CONICET. Desde 2009 integra el Grupo de Investigación y Desarrollo en Bioingeniería (GIBIO) de la UTN.BA. Recientemente, recibió el Subsidio Florencio Fiorini para Investigación en Ciencias Biomédicas Año 2012, otorgado por la Fundación Florencio Fiorini y la Academia Nacional de Medicina.
Este subsidio tiene como objetivo dar apoyo económico para estímulo científico a profesionales biomédicos argentinos, sin límite de edad, para desarrollar en el país proyectos de investigación básica o aplicada en medicina humana. Este tópico es el que Castro ha desarrollado durante su actividad científica. “Hice mi tesis de licenciatura en Ciencias Físicas de la UBA, inclinándome a cuestiones más numéricas y aplicadas. Ni bien me recibí tuve la oportunidad de hacer un doctorado en EEUU, en la George Mason University, en ciencias computacionales aplicadas a temas biomédicos -comenta Castro-. Me quedé muy agradecido con este lugar, y con quien encabeza el equipo, Juan Cebral, también argentino y también físico, con quien continúo colaborando”.
El investigador asegura que “fue una gran experiencia ver cómo se trabaja en EEUU, cómo son los programas de doctorado, articulados en el trabajo interdisciplinario, que en Argentina no es tan frecuente. Tendemos más a catalogar. Allá hay un concepto de investigación interdisciplinaria. Yo trabajé en un equipo de investigación en Computational Sciences, que apunta a entender, manejar y aplicar métodos numéricos para áreas científicas muy diversas, sin perder de vista que dichos métodos son una herramienta. El objetivo es dar respuesta a cada problema científico”.
Castro terminó su doctorado en 2006 y se quedó en la universidad un año más, haciendo una investigación postdoctoral en el grupo de Cebral, y en colaboración con un hospital cercano. “Me especialicé en el estudio computacional de la hemodinámica de aneurismas cerebrales, que son dilataciones de la pared arterial, que se desarrollan y en algún momento se rompen, y cuando se rompen producen hemorragias que afectan directamente al cerebro. La probabilidad de sobrevida es baja, y si sobrevivís la probabilidad de llevar una vida normal también es baja, -explica Castro-. Los métodos computacionales están ayudando a entender la interacción entre el flujo y la pared arterial, hechos con modelos de pacientes reales, y así surgió la posibilidad de investigar las causas de este fenómeno”.
En 2007 Castro se incorporó al National Institutes of Health (NIH) donde se focalizó en el análisis de imágenes médicas; siguió utilizando métodos numéricos aplicados a otras modalidades de imágenes y otras patologías. “Fue otra gran experiencia de trabajo y de vida. Este instituto es el instituto por excelencia de investigación médica en el mundo. Es un conglomerado de edificios de investigación y un gigantesco hospital donde no hay pacientes regulares, pero sí hay protocolos abiertos, sobre lo que se está investigando. Y estos protocolos de investigación reclutan gente de cualquier lugar del mundo”, sostiene Castro.
En 2009 el investigador regresó a la Argentina. “La idea en principio fue desarrollar estas líneas de investigación acá manteniendo los vínculos con las instituciones extranjeras, empezar a capacitar gente y a abrir otros proyectos de impacto local aportando mi experiencia, -desarrolla-. Desde entonces he buscado fuentes de financiamiento. Tuve la suerte de acceder a algunos subsidios de investigación. Fue una gran gratificación enterarme de que me habían ofrecido el subsidio de la Fundación Fiorini, que desde 2005 otorga este tipo de subsidios anualmente no sólo a médicos, sino a profesionales de otras ramas, como es mi caso, que trabajan sobre temas médicos. Debo agradecer el apadrinamiento del Dr. Edmundo Cabrera Fischer, activo miembro investigador del GIBIO y de la Universidad Favaloro para la presentación a este subsidio. Vale la pena aclarar que es la primera vez que uno de estos subsidios es otorgado a un investigador del CONICET con lugar de trabajo a tiempo completo en la UTN”.
A raíz del trabajo que lleva adelante en el grupo GIBIO, Castro cuenta con dos estudiantes de la maestría en Ingeniería Biomédica de la Universidad Favaloro que desarrollan su trabajo en este grupo. Por otro lado, dentro del PID que lleva adelante en la UTN.BA, “Estudios de hemodinámica computacional de aneurismas intracraneales a partir de tomografías angiográficas dinámicas”, consiguió financiamiento para un becario estudiante en ingeniería en sistemas, con el cual recién está empezando a trabajar. Y a la par cuenta con un estudiante de doctorado, médico, con el cual ya han empezado a pensar el plan de trabajo sobre tratamiento de imágenes oftalmológicas para hacer detección y seguimiento automático de patologías.