Premiaron un radar láser desarrollado por un doctorando de la UTNBA
Detecta cenizas volcánicas y corredores aéreos seguros, lo que permite que los aeropuertos sigan operando cuando se producen erupciones.
El Ing. Ezequiel Pawelko, doctorando del Doctorado en Ingeniería con mención en Procesamiento de Señales e Imágenes de la UTNBA, obtuvo el Premio Especial al “Mejor Aporte para el Desarrollo del País” del Certamen Instituto Balseiro 50K+ (IB50K+), por el proyecto “Aerolidar”, un prototipo de micro radar láser que detecta cenizas volcánicas en la atmósfera y permite identificar corredores aéreos seguros.
Paweko desarrolló el radar junto a Nadia Barreiro, Lic. en Ciencias Físicas. Para ese proyecto diseñaron una nueva tecnología que puede aplicarse no sólo a los aeropuertos sino que además se podrá instalar en las aeronaves. El equipo, que tendría una vida útil de 5 años.
“Es un gran orgullo para la Facultad que uno de nuestros doctorandos haya desarrollado un proyecto de este tipo, muy valioso para el desarrollo científico y tecnológico del país.
En la UTN Buenos Aires, el impulso de la investigación y su financiamiento forman parte de las políticas institucionales, y este premio es uno de los frutos de años de trabajo que nos confirman que estamos en la senda correcta”, aseguró la Dra. Mirian Capelari, Secretaria Académica de la UTNBA.
“Este radar está diseñado para operar durante años, a diferencia de los anteriores que son operador-dependientes y requieren mantenimiento a diario. Usa principios físicos como polarización y fluorescencia que permiten identificar inequívocamente a las cenizas y a su vez cuantificarlas. Es además muchísimo más rápido que los anteriores y puede ser transportado”, detalló el doctorando UTNBA.
En mayo de 2008, Paweko comenzó a medir las cenizas de la erupción del volcán Chaiten y a partir del conocimiento adquirido, desarrolló Lidar móvil, una tecnología que se utilizó en el aeropuerto de Bariloche durante la erupción del volcán Puyehue.
“Esa tecnología siguió evolucionando y ahora estamos en la búsqueda de inversores ya que es costoso. El gobierno apoyó el desarrollo del prototipo pero queremos que llegue al mercado”, explicó Pawelko.
Durante la erupción del volcán Puyehue en 2011 el aeropuerto pudo operar porque “se podía determinar dónde estaban las cenizas y cómo estaban distribuidas en el espacio”, explicó.
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